ASIA/PAKISTAN - La ley sobre la blasfemia, un llaga para la sociedad pakistaní: la Iglesia pide su abolición, después del resquicio abierto por el discurso del presidente Musharraf

jueves, 27 mayo 2004

Lahore (Agencia Fides) - La Iglesia pakistaní espera la abolición de la ley sobre la blasfemia: "Que a las palabras del presidente Musharraf le sigan los hechos, dicen fuentes acreditados de Fides de la Iglesia local que recuerdan como, cuando el gen. Musharraf subió al poder en 1999, entre sus propuestas, estaba la modificación de la ley sobre la blasfemia. Sin embargo, debido a las fuertes presiones de los fundamentalistas, dejó caer este proyecto, creando una fuerte contrariedad entre las minorías no musulmanas.
El artículo 295/c del Código de Procedimiento Penal Pakistaní, conocido como "ley" sobre la blasfemia condena "cuánto con palabras o escritos, gestos o representaciones visibles, con insinuaciones directas o indirectas, insulta el sagrado nombre del Profeta". La pena prevista puede llegar hasta la cadena perpetua.
En un discurso durante un convenio tenido en Islamabad el pasado 15 de mayo, Musharraf solicitó una revisión del código penal y de la ley sobre la blasfemia. Esta, dijo, debería ser analizada cuidadosamente para que no se haga de ella un mal empleo, llevando a la cárcel o a la muerte a personas inocentes. En efecto, muchas veces en el pasado, la Iglesia locales y otras minorías religiosas han denunciado el empleo incorrecto de la ley, instrumentalizada para regular cuestiones personales.
Musharraf también ha anunciado la formación de una Comisión nacional independiente sobre los Derechos Humanos, creada para favorecer el respeto de los derechos humanos en el país y ha pedido una ley específica contra los "delitos de honor", práctica que a menudo perjudica con la muerte a mujeres adúlteras, mientras que sus asesinos (con frecuencia los mismos familiares) quedan impunes.
En un coloquio con Fides Mons. Lawrence Saldanha ha dicho “la posición del presidente Musharraf es difícil, porque debe hacer frente a los partidos islámicos militados. La Iglesia comparte la labor porque está tratando de contrastar el islamismo radical. El gobierno central ha aprobado leyes en favor de los cristianos: a nivel político el voto no viene ya determinado sobre una base religiosa y tenemos medidas favorables para las escuelas católicas. Ahora pedimos la abolición de la ley sobre la blasfemia y sobre los hudud, los castigos previstos por la ley islámica, introducida por el general Zia, que, con frecuencia, golpean a las minorías. Prevén el corte de las manos o también el apedreamiento para las mujeres. Pedimos su abolición, aun cuando raramente ha sido aplicada”.
Los cristianos han acogido favorablemente y con cauto optimismo el anuncio del presidente, aunque sus palabras han sido fuertemente criticadas por los partidos islámicos que han anunciado que darán la batalla para defender la ley.
En el pasado, muchos cristianos han sufrido por injustas condenas de blasfemia. La Agencia Fides señala el caso de Samuel Masih, de 30 años, arrestado en agosto del 2003 en Lahore con la acusación de blasfemia en ingresado en el hospital de Lahore en estado de coma. El chico, enfermo de tuberculosis, sufrió golpes y violencias en cárcel. Un librero de Lahore lo acusó de haber lanzado basura cerca del muro de una mezquita.
La Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán ha dado a conocer que desde 1987 hasta hoy al menos 148 musulmanes, 208 ahmadi, 75 cristianos y 8 hindúes han sido acusados injustamente de blasfemia.
Entre los últimos casos más clamorosos, terminó en junio del 2003 el calvario por Aslam Masih, un cristiano protestante acusado de blasfemia, que ha pasado cuatro años y medio en la cárcel. El 4 de junio fue absuelto por el Tribunal Supremo de Lahore por falta de pruebas. El hombre fue retenido en prisión en Faisalabad desde 1998 y durante los años de detención ha sido sometida en varias ocasiones a golpes y a torturas.
En abril del 2003 Ranjha Masih, una mujer cristiana de Faisalabad, fue condenada a cadena perpetua y a la multa de 50.000 rupias. En el mismo mes Saleem y Rasheed Masih, dos hermanos de religión cristiana, arrestados en 1999 por crimen de "blasfemia" y condenados en primer grado en mayo del 2000, fueron absueltos y liberados después de un pronunciamiento de la Alta Corte de Lahore.
En junio 2002, Augustine Masih, de Faisalabad sufrió una condena a muerte por crímenes de profanación considerados como muy graves. En abril del 2001 Parvez Masih, rector de una escuela cristiana en Daska, fue acusado de blasfemia y enviado en cárcel por las acusaciones del rector de una escuela musulmana cercana, por motivos de rivalidad al alistar a los alumnos.
En Pakistán, de una población de 155 millones de personas, los musulmanes son el 97%, en su mayoría sunita, con el 20% de chiítas. Los cristianos son el 2,5%, de los cuales alrededor del 1,2 millones son católicos.
(PA) (Agencia Fides 27/5/2004 Líneas: 61 Palabras: 804)


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