ASIA/INDONESIA - Los actores ocultos del conflicto de las Molucas: “Tensión y miedo en Ambom pero las Molucas pagan el precio de la campaña electoral en curso en Yakarta” dice a la Agencia Fides el Obispo de Amboina

jueves, 29 abril 2004

Ambon (Agencia Fides) - Barrios cristianas y musulmanes de la ciudad rígidamente divididos; clima de miedo en toda la población; riesgo de degenerar nuevamente en un conflicto: una situación que paga el precio de la campaña electoral en curso en Yakarta. Así cuenta Mons. Petrus Canisius Mandagi, Obispo de Amboina, en una entrevista exclusiva a la Agencia Fides la situación en la isla de Ambon, capital de las Molucas y explica las razones que están detrás de la violencia de los últimos días. El balance de los enfrentamientos del pasado 25 de abril, entre musulmanes y un pequeño movimiento separatista cristiano es de 36 muertos y 159 heridos, además de 200 edificios destrozados entre ellos una iglesia protestante y la Universidad cristiana de Ambon.
Las islas Molucas en el este del archipiélago indonesio, fueron teatro en el trienio 1999-2001 de un conflicto interreligiosos que causó unos 15000 muertos y 500.000 desplazados y que concluyó con un acuerdo de paz firmado en el 2002.
El Obispo dice a la Agencia Fides: “Hoy la situación ha mejorado, respecto a hace dos o tres días. La gente puede ya salir a la calle. Los barrios cristianos y los musulmanes de Ambon han vuelto a estar estrictamente divididos. Es el modo mas rápido de frenar la violencia. No se oyen disparos, bombas y no hay manifestaciones. Pero el clima de tensión y de miedo es todavía fuerte”.
Mons. Mandagi explica cuales son las razones que hay detrás de esta nueva e imprevista ola de enfrentamientos: “La violencia ha estado claramente provocada por grupos con objetivos políticos. Está unida a las elecciones curso en Indonesia. Algunos quieren crear conflicto e inestabilidad en las Molucas para decir que es mejor elegir un “hombre fuerte” como jefe de la nación. Un hombre que quizá pertenezca a las Fuerzas Armadas. Los enfrentamientos en Ambon forman parte de una especie de campaña electoral que se ha alargado y de la que paga el precio la población de las Molucas”.
El Obispo señala que “el conflicto ha estado alimentado por separatistas del RMS (República de las Molucas Meridional) en particular por el líder Alex Manuputty, que en la actualidad ha emigrado a Estados Unidos. El grupo es pequeño y hace sentir su voz para tener visibilidad internacional. Pero el 25 de abril, aniversario de las República independiente de las Molucas, fue una ocasión que aprovecharon los fundamentalistas para alimentar el fuego. Esto se comprende por el hecho de que la violencia estaba claramente preparada: estaban preparados los instrumentos, las armas, los grupos llamados de ataque.
Pone en guardia de futuros peligros, Mons. Mandagi: “Ahora la amenaza es que lleguen nuevos guerrilleros islámicos a las Molucas del extranjero, lo que no hace sino repetir una dinámica del pasado, cuando desembarcaron en las Molucas miembros del grupo radical islámico Laskar Jihad para combatir la ‘guerra santa’. Si se producen intervenciones externas, el conflicto podría degenerar de nuevo con gran sufrimiento para todos. Las autoridades del gobierno central y las locales deben hacerse cargo de la situación e impedir que esto suceda”.
Según el Obispo es fundamental el papel de los lideres religiosos para calmar el conflicto: “Como líder religiosos nos hemos reunido ayer con las autoridades políticas y los jefes militares. Les he dicho que en las Molucas los cristianos y musulmanes quieren la paz. El hecho es que después de tres años de guerra, la situación es muy delicada y la gente está todavía traumatizada. Es fácil ceder a la provocación. Toda la población de Ambon tiene miedo. Los cristianos temen ser etiquetados como independentistas e identificados con los separatistas del RMS, lo que no corresponde a la verdad. Los musulmanes por su parte, ven la situación internacional, Irak y Oriente Medio, y temen una intervención de los estados occidentales, reivindicando así su identidad islámica. La guerra está todavía demasiado cerca, las heridas del pasado no se han cicatrizado. Por ello es fácil, aprovechar esta situación y encender la violencia”.
Mons. Mandagi indica como conclusión, tres puntos necesarios para resolver el conflicto: “Primero el gobierno central debe ayudar al pueblo de las Molucas a una pronta recuperación de la economía. Segundo, hay que garantizar el orden interno y el respeto de la legalidad a todos. Tercer punto: hay que tomar el camino del dialogo. Representantes de comunidades y de diversos grupos deben sentarse en la misma mesa, mirarse a los ojos, explicar sus propias razones, aclararse el porque de la violencia en el respeto reciproco. Es una vía para construir la paz”. (PA) (Agencia Fides 29/4/2004 Líneas: 55 palabras: 787)


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