“SOLDADOS DE PLOMO” - Derechos que no deben olvidarse - Donde los niños son obligados a matar: Asia - Africa - América Latina.

sábado, 27 marzo 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - No juegan a la guerra, disparan de verdad. Son los niños soldado que combaten en las tres cuartas partes de los conflictos del mundo. Son unos 300.000 niños entre los 7 y 17 años que actualmente se encuentran en los frentes de 36 conflictos sangrientos, 12 de los cuales se realizan en África.
Experiencias de muerte que los niños realizan debido a adultos sin escrúpulos que les engañan con la violencia y chantaje a vivir experiencias traumáticas. Muchas de estas historias comienzan después de que los niños se han quedado huérfanos debido precisamente a los conflictos. Otros son raptados a las familias, reculados en las calles o reciben amenazas contra sus seres queridos.
Con frecuencia son golpeados, amenazados de muerte, drogados, obligados a transformarse en delatores, empujados a realizar actos violentos contra personas de su propio pueblo para que no puedan tener vías de escape a la sumisión a los jefes de estos mini ejércitos fuera de la ley.
Son “niños en guerra”, incluidos aquellos que son utilizados como el medio más brutal e inhumano para abrir camino seguro en las zonas minadas. Caminando delante de las tropas, los niños eliminan con su muerte, un peligro para quien pasa detrás.
Una mina menos quiere decir prácticamente un niño muerto o, en el mejor de los casos, mutilado para siempre. Carne de cañón: una vieja frase que resulta horrible cuando la carne es la de los niños que quedarán marcados para siempre con el trauma de la violencia.
Según un informe de las Naciones Unidas, en los últimos diez años, han muerto en guerras dos millones de niños y cuatro millones han quedado gravemente discapacitados. Cifras alarmantes que dan una idea de una auténtica “matanza de los inocentes”, incluso cuando estas víctimas son obligadas a convertirse en verdugos.

Derechos que no deben olvidarse
El hecho de que un niño aprenda a manejar con destreza un arma ligera, que se convierta en un asesino y que se habitué a una vida de guerrillero, no disminuye de ninguna manera la responsabilidad moral de los adultos que les han obligado a realizar este tipo de vida, destrozando toda posibilidad de reinserción en el futuro en la sociedad de la que ha sido arrancado el menor.
Ante este fenómeno, que según los expertos militares, no deja de disminuir, antes bien parece destinado a crecer en los próximos años, la ONU y muchas organizaciones en defensa de los derechos del hombre, se están moviendo para imponer sanciones, también de tipo comercial, a los países que contravengan las convenciones internacionales en defensa de los derechos y de la dignidad de la infancia (a partir de la Convención de los derechos de la Infancia de 1989).
En varios países es ilegal que un niño combatan en una guerra antes de los 15 años, pero muchas asociaciones humanitarias, luchan por elevar esta edad al menos a los 18 años.
Esto significaría no solo proteger a un numero más elevado de menores, sino también el frenar la proliferación de armas ligeras y poner en guardia a los países (que a pesar de las denuncias, en los últimos tres años el numero ha aumentado de 30 a 44) implicados en el dramático problema de los niños soldado.
Los recientes episodios de terrorismo internacional, dejan entrever la “trasversalidad” de la presencia de menores en acciones violentas, un fenómeno que no se refiere solo a naciones individuales sino mas bien, a situaciones de violencia que entran dentro de un proyecto global, con bases operativas locales en las que se usan incluso a menores. Hecho que confirma la consolidada certeza de que la violencia no conoce banderas, tan solo un color: el de la sangre.

Donde los niños son obligados a matar
En Colombia, Myanmar, Sri Lanka, Afganistán, Somalia, Burundi y Republica Democrática del Congo, se reúne la enorme cifra de 150.000 niños soldado. Pero el problema está mucho más difundido. Según algunos, el problema afecta a tres cuartas partes de las guerra actualmente en curso en el planeta

Asia
Myanmar es el país que posee el triste primado del numero más elevado de niños soldado en Asia, cerca de 70.000. Los chicos forman parte de las fuerzas armadas gubernativas y representan el componente mas dócil y obediente: son usado de múltiples modos, desde la cocina hasta un puesto en primera línea, víctimas de abusos físicos y privaciones al menor indico de rebelión.
En Sri Lanka, la oposición armada de los Tigres tamil por la liberación de Eelam, cuenta con numerosos menores entre sus unidades de combate, a pesar de que sea desmentido por el gobierno. Entre las filas de este ejercito “under 18 ”, hay también muchas niñas adiestradas para acciones suicidas porque son menos sospechosas ante las autoridades.
En Nepal se estima que el 30% de los combatientes del partido comunista de Nepal está constituido por niños.
En el Iraq de los años 90, 23.000 menores entre los 12 y 17 años fueron adiestrados militarmente en los grupos de la “Juventud de Saddam”.
En Afganistán, los talibanes se sirven de jóvenes reclutados en las escuelas del vecino Pakistán y en los momentos más fuertes de la invasión americana, las filas del ejercito nacional fueron reforzadas por la presencia de menores.

África
La Campaña “Stop el uso de niños soldado” denuncia su presencia en Africa en los conflictos en Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona y Republica Democrática del Congo.
En Africa Subsahariana un número muy elevado de niños, se habla de cerca de 10.000, fueron raptados en la parte septentrional del país por el Grupo armado de Resistencia del Señor y obligados a acciones de guerrilla.
En Kenia, las milicias hutu han reclutado muchos jóvenes de la calle en los años del conflicto en Ruanda.
En Sierra Leona mas de 5000 niños se enfrentan entre las filas de las fuerzas gubernativas y las de la oposición y después de los coloquios de paz, el Ruf ha dado la libertad a 700 pequeños soldado que no pueden volver a su familia porque los padres se avergüenzan de los crímenes cometidos por sus hijos.
Diez mil niños es la cifra de los pequeños soldados que combaten en Sudan, la mayoría de los cuales fueron reclutados de manera forzada con amenazas a las familias.



América Latina
En América Latina, Colombia ocupa el primer puesto de esta triste calcificación con 14.000 niños y niñas incluso tan solo con 10 años, que combaten en los grupos armados de los narcotraficantes. “Los menores continúan siendo empleados en los conflictos no solo como soldados, sino también como peones, vigías o esclavos sexuales. El problema no disminuye y en cada nuevo conflicto, los menores corren el peligro de verse metidos en la hostilidad” denuncia Casey Kelso, coordinador de la campaña “Stop al uso de los niños soldado” a la que se han adherido, al menos formalmente, 11 naciones. Pero no todas, según hemos podido comprobar, han respetado el compromiso. (MFD’A) (Agencia Fides 27/3/2004 Líneas: 95 Palabras: 1154)


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