ASIA/MYANMAR - Millares de prófugos de las étnias karen, karenni y shan esperan que la tregua continue y avance hacia la paz, en el conflicto entre militares y grupos de guerrilleros en Myanmar (Birmania)

jueves, 5 febrero 2004

Rangoon (Agencia Fides) – No se han desvanecido las esperanzas de paz en Myanmar, ni siquiera tras el fracaso de los diálogos entre la junta militar y los guerrilleros de la étnia karen desarrollados a mediados de enero. El grupo étnico de los karen, junto con otros grupos como los karenni y los shan, combate por la propia autonomía y sufre desde hace años la represión por parte del ejército birmano. Afirmando su disponibilidad para el diálogo, la Unión Nacional Karen (KNU) proclamó un alto el fuego provisional con la junta militar: al termino de seis días de encuentros entre las dos partes, realizados en la capital Rangoon, las partes no llegaron a un acuerdo pero establecieron que las negociaciones continuaran. El KNU es el grupo rebelde más importante de los que todavía combaten contra el ejército birmano, mientras que se ha llegado a acuerdos de alto el fuego con otros diecisiete grupos armados desde 1989. El KNU lleva combatiendo contra el ejécito birmano desde hace decenios intentando conquistar la autonomía para el Estado de Karen, en el confín con Tailandia.
Según lo que refiere el Jesuit Refugees Service (JRS), organización de jesuítas que trabaja en la asistencia a los prófugos en la frontera entre Tailandia y Myanmar, el grupo rebelde es propenso a mantener la tregua y a buscar junto con el gobierno birmano una solución para el problema de los prófugos internos, millares de civiles, mujeres y niños que, a causa del conflicto, se han visto obligados a abandonar sus casa y viven en condiciones calamitosas.
Los diálogos entre militares y rebeldes deberían recomenzar en el mes de febrero. El KNU, según estadísticas del gobierno birmano, dispone de cerca de 7.000 hombres. El gobierno de Myanmar intenta llegar a pactos con los guerrilleros porque quiere reunir a todos los grupos étnicos rebeldes en una convención nacional, que tendría lugar en el 2004, para elaborar una nueva constitución. La inclusión de los grupos étnicos rebeldes es fundamental para la credibilidad de la convención, primer paso hacia una verdadera apertura democrática que la junta anunció el año pasado y que debería sosegar las críticas internacionales sobre su incapacidad para comenzar las reformas.
Los conflictos entre el ejército regular y los distintos grupos étnicos en Myanmar han originado la dispersión de centenares de miles de personas, muchas de las cuales han huido hacia los países fronterizos, sobre todo a Tailandia . El JRS organiza proyectos de educación en la frontera entre Tailandia y Birmania, de manera especial para los refugiados de étnis karen y karenni. (PA) (Agencia Fides 5/2/2004; Líneas: 36; Palabras: 456)


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