Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Roma (Agencia Fides) – No han sido las minas, ni el contagio de alguna terrible enfermedad, sino un dramático incidente en una normal, aunque descompuesta, pista de viaje, durante la estación de las lluvias en Chiulo, Angola. Ésta es la trágica causa de la muerte de una voluntaria italiana originaria de Valstagna (Vicenza) y de las graves heridas de otra voluntaria, Marina Trivelli, de Carrara (Massa Carrara), ambas enviadas para trabajar en el país africano por el Cuamm Médicos con África, organización no gubernamental de Padua, que opera en el continente desde hace más de cincuenta años.
Procedentes de Chiulo, en la Provincia del Cunene, en el extremo sur del país, próximo a la frontera con Namibia, donde prestaban sus servicios en el hospital diocesano, Marisa Ferrari, de 49 años, enfermera con una larga y consolidada experiencia de servicio en África, y Marina Trivelli, de 35 años, médico cirujano, que estaba en Angola desde hace apenas dos años, se dirigían a Sanpongo, una pequeña ciudad a 30 kilómetros de distancia. El barro, la lluvia, el estado de la carretera, causaron el vuelque del vehículo que provocó la muerte inmediata de Marisa Ferrari y las graves heridas de Marina Trivelli.
La distancia de la sede de la diócesis de Ondjiva, aunque a sólo 120 kilómetros, pero que no se puede recorrer con el coche en menos de tres horas, ha hecho difícil dar aviso del accidente y las primeras intervenciones. (AP) (3/2/2004; Agencia Fides; Líneas: 23; Palabras: 261)
