EUROPA/ITALIA - SIDA_STOP AL GENOCIDIOEN ÁFRICA: EL COMPROMISO DEL CUAMM MEDICOS CON ÁFRICA

lunes, 2 febrero 2004

Roma (Agencia Fides) - El llamamiento a las casas farmacéuticas lanzado por el Vaticano ha vuelto a atraer la atención pública hacia el drama del Sida en África. Se habla de 40 millones de personas portadoras del virus del Sida en el mundo, 5 millones de nuevos contagios en el 2003, 3 millones de muertos de Sida a lo largo solamente del año apenas concluido. Las cifras confirman que la epidemia avanza a ritmos impensables: la perspectiva es la de una pandemia sin precedentes, con repercusiones sociales, económicas y políticas devastadoras. El África sub-sahariana continua siendo la zona más golpeada del mundo: 26,6 millones de personas portadoras del virus frente a las 600.000 de la Europa Occidental.
El Cuamm está comprometido en más proyectos específicos para el control de la epidemia, entre los cuales es particularmente significativo el proyecto “Nacer sin Sida”, realizado en Dar es Salaam, en Tanzania, con la finalidad de prevenir la difusión de las infecciones de VIH de madre a hijo.
La doctora Marzia Pranzetti, médico Cuamm responsable del Grupo Sida, ha declarado que mientras que en los países occidentales, gracias a las posibilidades tecnológicas y de terapia anti VIH, el riesgo de transmisión del virus de madre a hijo se ha reducido a menos del 2%, en los países pobres, y en particular en el África sub-sahariana, el problema de los neonatos infectados por el VIH está todavía entre los más dramáticos. Muchos países africanos que habían ido registrando una sensible mejora de la mortalidad infantil han visto en los últimos años, a causa del Sida, una pérdida progresiva y siempre en aumento de la vida de los niños de 0 a 5 años. Por lo tanto, uno de los objetivos prioritarios es el de prevenir la transmisión de la infección de VIH de madre a hijo con instrumentos sencillos, poco costoso y, sobre todo, fácilmente aplicables y aceptables por parte de la población.
La disponibilidad de fármacos de la que hoy se habla tanto, no es sino el primer paso de un recorrido mucho más complejo. Como el Santo Padre ha dicho días atrás, no podemos cerrar los ojos frente a un drama tan preocupante. (AP) (2/2/2004 Agencia Fides; Líneas: 32; Palabras: 377)


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