Instrumentum mensis Martii pro lectura Magisterii Summi Pontificis Benedicti XVI, pro evangelizatione in terris missionum

sábado, 12 abril 2008

El primer día del mes de marzo el Santo Padre presidió la Vigilia de oración que tuvo lugar con motivo de la VI Jornada Europea de Universitarios, día dedicado especialmente al continente europeo y americano. En una video-conferencia con el continente americano desde Europa, Benedicto XVI invitó a todos los jóvenes a afanarse para que “la savia del Evangelio renueve la civilización de los dos continentes y de toda la humanidad”.
En el mensaje con motivo del XXIV Capítulo general de los Salesianos de Don Bosco, el Santo Padre invitó a los participantes a contemplar a su amado Fundador, para que cada uno “lo conozca, lo estudie, lo ame, lo imite, lo invoque, y haga propia su pasión apostólica que brotaba del corazón de Cristo”. La audiencia con los participantes en el Curso promovido por la Penitenciaria Apostólica el día 7 de marzo, permitió al Santo Padre recordar la importancia vital del Sacramento de la Reconciliación: “Necesitamos que entre la practica del sacramento de la Confesión y una vida encaminada a seguir a sinceramente Cristo haya una especie de “circulo vicioso” imparable.”
En la audiencia con la asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Cultura que tuvo lugar al día siguiente, el papa Benedicto XVI recordó que tenemos que estar de guardia ante la amenaza del positivismo - “Al igual que la perdida de la memoria provoca la perdida de la identidad en el individuo, este fenómeno se puede verificar en el complejo de la sociedad” - y del secularismo, que “invade cada aspecto de la vida cotidiana y desarrolla una mentalidad en la cual Dios está ausente” llevando “a un culto estéril del individuo”.
El domingo 9 de marzo el Papa celebró la Santa Misa para celebrar el XXV Aniversario de la institución del Centro Juvenil San Lorenzo. En la homilía, recordó a los fieles la centralidad de la Santa Eucaristía: “vivir realmente de la Eucaristía para poder ser así transformados en la comunión del amor. Esta es la verdadera vida”.
Durante la Celebración Penitencial preparativa para la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, el Santo Padre indicó a los jóvenes la verdadera felicidad, es decir, “aquella que deriva de la misericordia de Dios, que es versada en nuestros corazones y nos reconcilia con Él”. El domingo de Ramos, el Papa invitó a mirar a Jesús para aprender de Él “el modo recto de ser hombre”. Al día siguiente, Benedicto XVI celebró la Santa Misa en sufragio por el arzobispo de Mosul de los Caldeos, su Ex. Mons. Paulos Faraj Rahho, asesinado unos días antes. Benedicto XVI envió un mensaje de condolencia con motivo de las exequias de Clara Lubich, definiéndola como “una mujer de fe intrépida, mensajera de esperanza y paz”. Del 20 al 23 de marzo el Santo Padre presidió la celebración del Triduo Pascual, que culminó con la Vigilia Pascual. El día de la pascua de Resurrección, el 23 de marzo, el Papa dio su mensaje pascual e impartió la bendición Urbi et Orbe: “la Iglesia reconoce la voz misma de Jesús que, resucitando de la muerte, lleno de felicidad y amor, se dirige al Padre y exclama: Padre mío, ¡heme aquí! He resucitado, todavía estoy contigo y lo estaré siempre; tu Espíritu no me ha abandonado nunca.”


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