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Como todos los años, uno de los momentos más importantes del mes de diciembre lo constituye la audiencia que el Santo Padre concede a los miembros de la Curia Romana poco antes de Navidad, para la presentación de sus saludos. En esta circunstancia, el Papa Benedicto XVI ha recorrido los pasos más importantes del año que concluye y, en particular, ha querido recordar sus Viajes Apostólicos. El Papa ha destacado que la correlación del tema “Dios” con el tema “paz” ha sido el aspecto determinante de los cuatro Viajes Apostólicos que ha realizado. La Visita pastoral a Polonia, país natal del Papa Juan Pablo II, “era para mí un íntimo deber de gratitud por todo lo que me dio personalmente a mí, y sobre todo por lo que dio a la Iglesia y al mundo, durante el cuarto de siglo de su servicio”. El viaje a España, a Valencia, para el Encuentro Mundial de las Familias, ha sido una ocasión en la que el Santo Padre pudo darse cuenta del grave problema de Europa “que aparentemente casi ya no quiere tener hijos”, un problema que - dijo el Pontífice - “me penetró en el alma”. El gran tema del viaje a Alemania era Dios. “La Iglesia debe hablar de muchas cosas: de todas las cuestiones relacionadas con el ser del hombre, con su estructura y su ordenamiento. Pero su tema verdadero, y en varios aspectos único, es Dios”, dijo Benedicto XVI. Finalmente “la visita a Turquía” que - son palabras del Santo Padre - “me brindó la ocasión de manifestar también públicamente mi respeto por la religión islámica”.
