AFRICA/SOMALIA - Entre bombas, inundaciones, cólera y fuga de la población Somalia se encuentra todavía lejos de la estabilidad

jueves, 8 febrero 2007

Mogadiscio (Agencia Fides)- Somalia se encuentra todavía lejos de regresar a una situación estable mientras la comunidad internacional (ONU y Unión Africana en particular) debate todavía sobre el envío de una fuerza de estabilización en el sufrido país del Cuerno de África.
La capital Mogadiscio, formalmente bajo el control del Gobierno de Transición, está marcada por las violencias, entre el regreso de la lógica de clan de los “señores de la guerra” y los atentados cometidos por los milicianos que permanecen fieles a las Cortes Islámicas, obligadas a abandonar la ciudad al inicio del año por la intervención del ejército etíope que vino en ayuda del Gobierno de Transición.
El 7 de febrero, dos personas murieron y otras seis quedaron heridas durante ataques con golpes de mortero en Mogadiscio. Golpes de mortero han sido asimismo disparados contra Villa Somalia, la residencia del presidente somalí Abdullahi Yusuf, sin provocar víctimas.
Favorece la violencia el alto número de armas todavía en circulación por el país. Las autoridades han revelado que han secuestrado un arsenal en la zona sur de Mogadiscio, que comprende 27 morteros, minas y municiones para armas antiaéreas.
La situación sanitaria, ya comprometida por años de guerra y de falta de instituciones estatales, ha empeorado notablemente con la explosión de una epidemia de cólera que ha matado 115 personas y ha obligado a otras 724 a ser recuperadas en el hospital de Jowhar, ubicado 90 kilómetros al norte de Mogadiscio, a orillas del río Shabelle. Al inicio del año la zona fue afectada por gravísimas inundaciones, que dejaron decenas de miles de personas sin habitación, obligando a la población a utilizar el agua contaminada del río.
En este contexto no causa impresión alguna que alrededor de 50 mil somalíes hayan emigrado a Etiopía en los últimos seis meses, según el Alto Comisariato de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR). En un comunicado, el UNHCR afirma que “la mayor parte de estas personas son tomadas bajo custodia por los familiares y miembros del clan en Etiopía, sin asistencia alguna hasta el momento por parte de las agencias humanitarias”.
Los cerca de 50 mil nuevos llegados se suman a los 17 mil somalíes ya hospedados en el campo etíope de Kebribeyah, en Jijiga (noreste). Al final de la inmigración somalí, en 1997, habían - según el Alto Comisariato - 628 mil refugiados somalíes en Etiopía, pero la mayor parte fueron regresados a su patria sucesivamente. (L.M.) (Agencia Fides 8/2/2007)


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