AFRICA/BENIN - Solemne celebración jubilar por los 50 años de Episcopado del Card. Gantin. El Card. Dias: "un misionero africano en Roma, un surco misionero de África trazado en el corazón de la catolicidad"

lunes, 5 febrero 2007

Ouidah (Agencia Fides) - En la Basílica de la Inmaculada Concepción de Ouidah, el Card. Bernardin Gantin, originario del Benin, Decano emérito del Colegio Cardenalicio, celebró el sábado 3 de febrero los 50 años de Consagración Episcopal. Estaban presentes en la solemne Concelebración el Card. Iván Dias, Prefecto de la Congregación para la evangelización de los Pueblos; el Card. Giovanni Baptista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos; el Card. Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los Sacramentos; unos treinta Arzobispos y Obispos de diversos Países del África occidental, la Conferencia Episcopal del Bénin al completo, numerosos Obispos venidos de Italia y Francia, numerosos sacerdotes del Benin y Togo, además de misioneros de diversas naciones europeas. La radio católica "Radio Immaculée Conception" transmitió en directo el acontecimiento.
La celebración fue conmovedora y sugestiva, significativos los discursos y los mensajes, entre ellos el del Santo Padre Benedicto XVI y el del Presidente francés Jacques Chirac. El Presidente de la República del Benin, Thomas Boni Yayi, presente en el rito con el Presidente del Togo, Eyadema, ofrecieron en nombre del País una cruz de oro al celebrado, como "símbolo de inmortalidad". La larga Concelebración Eucarística reunió a toda una nación alrededor de uno de sus hijos más ilustres, fiel siervo de la Iglesia, que pasó 31 años cubriendo delicados cargos en la Curia Romana. Con sabiduría y dotes pastorales y de gobierno poco comunes, el Card. Bernardin Gantin ha encarnado bien en estos 50 años de Episcopado, su lema: "In tuo sancto servitio”.
El Card. Iván Dias, Prefecto de la Congregación para la evangelización de los Pueblos, en su intervención durante las celebraciones jubilares, ha subrayado, en nombre del Dicasterio Misionero, su alegría de unirse a las manifestaciones de afecto filial y de admiración "hacia un hombre cuya figura y cuya historia se revelan como un epifanía eclesial y misionera". Después de haber recordado sus numerosos lazos de unión con el celebrado, el Prefecto del Dicasterio Misionero ha dicho que unía su voz a la de la Virgen Maria al levantarle al Señor el Magnificat "por todo lo que el Señor ha realizado a través de la vida buena y generosa de Su Eminencia el Cardenal Gantin". "Cuando Dios planta un árbol, lo cuida bien, lo hace crecer bien, lo hace florecer y le hace dar muchos y buenos frutos - ha continuado el Card. Dias -. Cuando Dios planta un árbol, éste se convierte en 'Gan atin', ¡un árbol de hierro! ¡Hoy el árbol de hierro se ha convertido, por gracia de Dios, después de cincuenta años de Episcopado, en un árbol de oro! En vuestra persona, Eminencia, el Señor ha hecho grandes cosas para nosotros".
La salida del Card. Gantin de Roma ha dejado a todos huérfanos de su humanidad, de su sentido sacerdotal: "Desde Secretario de Propaganda a Decano del Colegio Cardenalicio, Vd. ha sido siempre para todos el padre, el hermano, el consejero, el amigo, siempre cercano tanto a los grandes como a los humildes. Todos los que se han encontrado con Vd., han podido apreciar el placer de vuestra delicadeza, una fuente de humanidad, de solicitud, de dulzura y de humildad."
El Card. Dias ha afirmado después: “Hemos recibido mucho de vuestra africanidad y de vuestro acercamiento al sentido del hombre", y recordando el servicio del Card. Gantin en Roma, ha añadido: "Su historia es la de un 'hijo de los misioneros que se ha hecho misionero', misionero africano en Roma, dónde habéis afinado vuestro sensus ecclesiae. Vuestra estancia romana ha trazado un surco misionero de África en el corazón de la catolicidad". Por último, el Card. Dias ha pedido al Card. Gantin que continúe acompañando a todos con su cariño paternal, sus consejos y su oración: "Necesitamos esta oferta para continuar como vuestros herederos en la misión". "Celebrando hoy este jubileo episcopal, queremos decirle, Eminencia, que Usted es para nosotros un hombre de corazón grande, misionero africano, sencillamente testigo del Evangelio y siervo fiel de la Iglesia. Esto es para nosotros signo de certeza y símbolo de esperanza". (S.L) (Agencia Fides 5/2/2007 - Líneas: 49 Palabras: 715)


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