ASIA/TURQUIA - El Card. Ruini en Trabzon en el primer aniversario de la muerte de don Andrea Santoro: “Hemos venido con el mismo espíritu con el que vino entre vosotros Don Andrea… hemos venido para dar una contribución a la paz entre los pueblos y entre las religiones, en el respeto de la fe de cada uno y en el amor hacia el hermano que está presente en toda persona humana, creada a imagen de Dios"

lunes, 5 febrero 2007

Trabzon (Agencia Fides) - "hemos venido hasta aquí, en Trabzon para celebrar la S. Misa por nuestro Don Andrea en el día del primer aniversario de su muerte, que tuvo lugar en esta Iglesia de Santa Maria en la que fue asesinado mientras rezaba… hemos venido para hacer presiente aquí a toda la Iglesia de Roma, comenzando por su Obispo, el Papa, que hace dos meses realizó una visita memorable a Turquía. Hemos venido impulsados por el afecto, y la gratitud hacia este sacerdote y párroco romano, que fue testigo fiel del Señor Jesús hasta la efusión de su sangre." Con estas palabras ha iniciado el Cardenal Vicario, Camillo Ruini, la homilía durante la Santa Misa celebrada en la iglesia parroquial de Trabzon, en Turquía, dónde el 5 de febrero del 2006 fue asesinado don Andrea Santoro, misionero fidei donum de la diócesis de Roma. El Card. Ruini estaba acompañado del Secretario General del Vicariato, Mons. Mauro Parmeggiani, de la madre de don Andrea, de las hermanas, de un primo y del párroco de San Hipólito. Han concelebrado el Nuncio Apostólico en Turquía, Mons. Antonio Lucibello y el Vicario Apostólico de Anatolia, Mons. Luigi Padovese,
En la homilía el Card. Ruini ha dicho: “Hemos venido para dar una contribución a la paz entre los pueblos y entre las religiones, para testimoniar que el diálogo entre las religiones es posible y preciso, en el respeto de la fe de cada uno y en el amor hacia el hermano que está presente en toda persona humana, creada a imagen de Dios. Hemos venido para que se afirme en todo el mundo la libertad religiosa, para pedir a Dios que ilumine la mente y el corazón de todos los hombres, para que comprendan que Dios solamente puede ser auténticamente adorado en la libertad y en el amor al prójimo”.
A continuación el Card. Ruini ha subrayado la actitud de Don Andrea, "que vivió aquí para buscar y adorar al Señor en el silencio, en la escucha de su Palabra, en la acogida humilde y caritativa de toda persona" y ha continuado: “Hemos venido trayendo en nuestro corazón el dolor por la muerte de Don Andrea pero también la alegría por el fúlgido testimonio que dio de Jesucristo y la certeza de que su sacrificio no ha sido en vano."
Comentando las lecturas proclamadas en la Misa, el Cardenal ha puesto en evidencia que "Don Andrea, a quien el Señor había dotado de una inteligencia penetrante y de un carácter fuerte, sabía bien que Dios se esconde a los que confían en su propia inteligencia y sabiduría y se revela por el contrario, a los pequeños". El apóstol Pablo, en la primera carta a los Corintios (1Cor 15,20-28) habla de Jesús resucitado de entre los muertos: "Él es la primicia, de cuya eterna plenitud de vida participan todos los que mueren unidos a Él en la fe y en el amor, y ante todo aquéllos que, siguiéndolo más de cerca, ofrecen junto a Él, su vida, como hizo nuestro Don Andrea en esta Iglesia de Trabzon" ha recordado el Card. Ruini, quien ha concluido exhortando a los presentes a ser testigos de la alegría y de la esperanza que viene de la resurrección, según el ejemplo de Don Andrea: "El Señor nos pide continuar su testimonio y nos dará la energía interior para hacerlo realmente tanto aquí en Trabzon como en Roma". (S.L) (Agencia Fides 5/2/2007, Líneas: 41 Palabras: 644)


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