AMERICA - “La V Conferencia General será una invitación vigorosa a ser discípulos y misioneros de Jesucristo, tendrá una fecundidad sorprendente y producirá una gran despertar misionera en toda América” , afirma el Cardenal Errazuriz Ossa, Presidente del CELAM

martes, 30 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Aparecida quiere centrar su atención en la persona bautizada que ha recibido la misión de evangelizar en el presente y el futuro de América Latina; que se hace responsable de la promoción del hombre y de todos los hombres; que interviene en la transformación de América Latina”, afirmó el cardenal Francisco Javier Errazuriz Ossa, Presidente del CELAM durante la Plenaria de la Pontifica Comisión para América Latina (17-20 enero), presentando los avances de los trabajos preparatorios de la V Conferencia General del CELAM.
En primer lugar realiza un análisis de la situación actual de América Latina que “se ve desafiada con fuerza por los cambios religiosos, éticos y, en general, culturales, que marcan dolores de parto de una nueva época”. Como parte del camino de preparación hacia la V Conferencia, señala el Cardenal las vías realizadas: aportaciones de las diócesis de los países participantes, aportaciones de los distintos Dicasterios de la Curia Romana, realización de congresos y seminarios de especialistas, publicación de algunos libros sobre la situación de América Latina y el Caribe. Respecto al trabajo de las diócesis han sido enviadas las aportaciones de 21 de las 22 Conferencias Episcopales participantes y en la actualidad un grupo de obispos y teólogos trabajan para elaborar a partir de estas aportaciones, el “Documento de Síntesis”. Recuerda también el Cardenal los dos congresos continentales realizados: Primer Encuentro Continental de Representantes de Movimientos Apostólicos y Nuevas Comunidades, preparado junto con el Pontificio Consejo para los Laicos (ver Fides 30/1/06, 13/3/06, 16/3/06) y el Encuentro Continental y Congreso de teología-pastoral mariana celebrado en México (ver Fides 17/6/2006 y 28/9/2006). Además se han convocado nueve seminarios de expertos: Seminario sobre la “Iglesia en la Opinión Pública”, sobre el Presbiterado, sobre gestores sociales: políticos, empresarios, laborales, sobre el cambio cultural, Seminario de reflexión interdisciplinar, Seminario “Para la vida de nuestros pueblos en Cristo” de mujeres, Seminario de misionología y Encuentro con Economistas mundiales y CELAM.
Según afirma el Presidente del CELAM, la centralidad del sujeto que plantea el tema de la V Conferencia es de suma importancia, pues “antes de pedir al hombre que mire lo que ocurre en el mundo y en la Iglesia, antes de llevarlo a “ver” el entorno, que es parte de él, se le ha pedido que tome conciencia de su propia realidad y de su vocación”. “En América Latina y el Caribe - continua el Cardenal- hay líderes para los cuales la acción de la Iglesia debe estar enfocada exclusivamente o preponderantemente hacia la superación de la pobreza, con las necesarias medidas políticas, sociales y económicas que esto requiera”, donde la acción misionera no tiene cabida. “Tenemos que poner las bases verdaderas. Falta conversión a Cristo y determinación de construir el Reino”- afirma el Cardenal. “La Conferencia de Aparecida será una invitación vigorosa a ser discípulos y misioneros de Jesucristo”, continua el Cardenal Errázuriz asegurando que tendrá una fecundidad sorprendente y producirá una gran despertar misionera en toda América.
“La V Conferencia General será un gran don para América Latina y el Caribe, si logra enfocar nuestras aspiraciones y esfuerzos -particularmente de los educadores, los políticos, los empresarios, los dirigentes laborales y los comunicadores sociales- hacia ese bien por el cual el Buen Pastor nos amó hasta el extremo: hacia la vida de nuestros pueblos, hacia la vida en abundancia. Se trata de la cultura de la vida, de aquella vida que tiene su origen, su plenitud y su pascua en Dios, y que es fraterna y solidaria; de aquella vida nueva que respeta los derechos que Dios mismo asoció a nuestra naturaleza humana, entre ellos, el destino universal de los bienes, para que todos vivan según su dignidad. Se trata de esa vida que es comunión, porque fuimos creados a imagen y semejanza de la Sma. Trinidad”, concluye el Cardenal. (RG) (Agencia Fides 30/1/2007 Líneas: 47 Palabras: 675)


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