VATICANO - "Lepra: una enfermedad olvidada": de 14 millones de personas curadas, 4 millones son minusválidos. Domingo 28 la 54ª Jornada Mundial de enfermos de lepra

jueves, 25 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Se celebra en todo el mundo el domingo el 28 de enero del 2007 la 54a Jornada Mundial de enfermos de lepra. Instituida en enero de 1954 por Raoul Follereau la Jornada de este año tiene como lema "Lepra: una enfermedad olvidada."
Los datos de relieves epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud, publicados en la primera década de agosto del 2006, certifican que al inicio del año había todavía 219.826 nuevos enfermos de lepra, unos 602 casos al día, distribuidos del siguiente modo: África 40.830 - América 32.904 - Asia Sureste de 133.422 - Mediterráneo Oriental 4.024 - Pacífico occidental 8.646. En total, los afectados por lepra son unos 10 millones en el mundo.
La Iglesia misionera tiene una larga tradición de asistencia a los enfermos de lepra, a menudo abandonados incluso por sus mismos familiares, y siempre les ha ofrecido, además de los tratamientos médicos y asistencia espiritual, posibilidades concretas de recuperación y reintegración en la sociedad. En efecto en muchos países es todavía grave la discriminación hacia estos enfermos, por la presunta incurabilidad del mal y por las terribles mutilaciones que provoca.
La Iglesia administra en el mundo 648 leproserías, según los datos del último Anuario Estadístico de la Iglesia.
Para la celebración de esa Jornada, el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud ha enviado un mensaje en que el Presidente del Dicasterio, Cardenal Lozano Barragán, " invita a todos los fieles para que compartan fraternalmente el gran servicio a fin de recuperar los cuerpos enfermos, y sean testigos auténticos del anuncio de que “Cristo Médico” está con ellos para la “salvación global” de cada Persona".
"En esta “54a Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra”, continua el Cardenal Barragán, merece un recuerdo particular Raoul Follereau, en el “30° Aniversario de su muerte”, como ejemplo y confirmación que el Amor de Dios involucra también a quien confiesa humildemente: “Yo no conozco a Dios, pero soy conocido por El, ésta es la esperanza” (R. Follereau, Le livre d’amour, ediz. I.M.E, setiembre 2005, p. 59 n. 35). Follereau era un hombre que oraba así: “Señor, mucho quisiera ayudar a los demás a vivir, a todos mis hermanos, que penan y sufren sin saber por qué, en espera que la muerte los libere” (id. p. 58 n. 30)”.
"A vosotros hermanos y hermanas afligidos por la lepra y a los que lleváis en vuestro cuerpo los signos dolorosos que les ha dejado la enfermedad, deseo repetir las palabras de la carta apostólica Salvifici Doloris: “En la cruz está el «Redentor del hombre», el Varón de dolores, que ha asumido en sí mismo los sufrimientos físicos y morales de los hombres de todos los tiempos, para que en el amor puedan encontrar el sentido salvífico de su dolor y las respuestas válidas a todas sus interrogantes… A todos vosotros los que sufrís, os pedimos que nos ayudéis. Precisamente a vosotros, que sois débiles, pedimos que seáis una fuente de fuerza para la Iglesia y para la humanidad” (n. 31).", concluye el mensaje de esperanza del Presidente del Dicasterio. (AP) (25/1/2007 Agencia Fides; Líneas: 39 Palabras: 542)


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