VATICANO - "El ecumenismo es un proceso lento, es un camino lento y de subida, como todo camino de arrepentimiento. Ahora bien, es un camino que, tras las iniciales dificultades y precisamente en ellas, presenta también grandes espacios de alegría, pausas refrescantes, y permite de vez en cuando respirar a pleno pulmón el aire purísimo de la plena comunión": catequesis del Papa Benedicto XVI en la audiencia general

jueves, 25 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al “maravilloso florecimiento del compromiso por la recomposición de la unidad de de los cristianos" que se ha producido sobre todo en los últimos 40 años, ha dedicado el Santo Padre Benedicto XVI su discurso durante la audiencia general del miércoles 24 de enero, casi al final de la Semana de Oración por la unidad de los Cristianos. El Concilio Vaticano II (Unitatis redintegratio 5) ha afirmado que "el empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera afecta tanto a los fieles como a los pastores" y el Papa Benedicto XVI ha recordado que "el primer deber común es el de la oración. Rezando, y rezando juntos, los cristianos alcanzan una mayor conciencia de su condición de hermanos, aunque todavía estén divididos; y rezando aprendemos mejor a escuchar al Señor, pues sólo escuchando al Seño y siguiendo su voz podemos encontrar el camino de la unidad”.
El Santo Padre ha explicado después que el ecumenismo "es un proceso lento, es un camino lento y de subida, como todo camino de arrepentimiento. Ahora bien, es un camino que, tras las iniciales dificultades y precisamente en ellas, presenta también grandes espacios de alegría, pausas refrescantes, y permite de vez en cuando respirar a pleno pulmón el aire purísimo de la plena comunión". Como demuestra la experiencia que ha seguido al Concilio Vaticano II, "la búsqueda de la unidad entre los cristianos se realiza a diferentes niveles y en innumerables circunstancias: en las parroquias, en los hospitales, en los contactos entre la gente, en la colaboración entre las comunidades locales en todas las partes del mundo, y especialmente en las regiones donde cumplir un gesto de buena voluntad a favor de un hermano exige un gran esfuerzo y también una purificación de la memoria". En este contexto, el Papa ha definido " de esperanza, salpicado de pasos concretos hacia la plena comunión de los cristianos, se enmarcan también los encuentros y los acontecimientos que marcan constantemente el ritmo de mi ministerio, el ministerio del obispo de Roma, pastor de la Iglesia universal”. A este respecto el Papa Benedicto XVI ha querido recordar los acontecimientos ecuménicos más significativos del año que acaba de pasar, "que he sido motivo de alegría y gratitud hacia el Señor”.
El año 2006 comenzó con la visita oficial de la alianza Mundial de las Iglesias Reformadas. El 25 de enero de 2006 en la conclusión de la "Semana de oración por la unidad de los cristianos" en la Basílica de San Pablo Extramuros, participaron los delegados para el ecumenismo de Europa, convocados conjuntamente por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y por la Conferencia de las Iglesias Europeas para la primera etapa de acercamiento a la tercera Asamblea Ecuménica Europea, prevista en Sibiu, Rumania, en septiembre de este año. El Papa ha recordado después los encuentros con las delegaciones de la alianza Baptista Mundial y la Evangelical Lutheran Church en América, y con los jerarcas de la Iglesia ortodoxa de Georgia. El Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alejo II, solicitó la adhesión de la Santa Sede a la "Cumbre de los Jefes Religiosos", que se tuvo en Moscú en julio.
El Santo Padre ha recordado después la visita del Arzobispo Kirill del Patriarcado de Moscú y la de los sacerdotes y estudiantes del Colegio de la Diakonía Apostólica del Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa de Grecia. El Papa envió un mensaje a la Asamblea General del Consejo Ecuménico de las Iglesias, que se tuvo en Porto Alegre, y al encuentro general de la Conferencia Mundial Metodista de Seúl. El Papa ha recordado además la visita de los Secretarios del Christian World Communions, la visita oficial del arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana y el inolvidable viaje apostólico a Turquía. El año concluyó con la visita oficial a Roma del Arzobispo de Atenas y de toda la Grecia, Su Beatitud Christodoulos.
El Papa concluyó su discurso evidenciando que "estos momentos iluminan el compromiso, con frecuencia silencioso, pero intenso, que nos une en la búsqueda de la unidad. Nos alientan a hacer todo esfuerzo posible para continuar por esta subida lenta, pero importante". Después ha confiado a la constante intercesión de la Madre de Dios y a nuestros Santos protectores todos los esfuerzos "rezando y trabajando con confianza, convencidos de que el Espíritu Santo hará el resto. Nos dará la unidad completa cómo y cuando a Él le plazca”.
Dirigiendo luego a los diversos grupos presentes en la audiencia, el Papa Benedicto XVI ha saludado en particular a los peregrinos italianos de las Diócesis de la Emilia Romaña, que acompañaban a sus Obispos en la Visita ad Limina Apostolorum, con estas palabras: "Queridos amigos, aprovechad todas las ocasión oportuna para anunciar el Evangelio sin desanimaros nunca y siempre contentos de proclamar la verdad que ilumina y salva. Sobre todo dad importancia prioritaria a la oración para la evangelización y a la perseverancia en la fe. Estad preparados para discernir cualquier medio apostólico útil para favorecer en las comunidades cristianas el celo misionero. La experiencia demuestra que una diócesis, una parroquia que reza y vibra de espíritu misionero, es una comunidad fervorosa y dinámica". (S.L) (Agencia Fides 25/1/2007 - Líneas: 64 Palabras: 938)


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