VATICANO - Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: la formación de los niños y la formación de los medios de comunicación

miércoles, 24 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Los niños y los medios de comunicación: un reto para la educación" es el tema elegido por el Santo Padre Benedicto XVI para la 41º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2007, que se celebrará el domingo 20 de mayo. En el Mensaje difundido como es costumbre el 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, Patrono de los periodistas, el Santo Padre afirma que el tema invita a reflexionar sobre dos aspectos: "Uno es la formación de los niños. El segundo, quizás menos obvio pero no menos importante, es la formación de los medios mismos". Los medios de comunicación tienen actualmente una notable influencia también en el campo de la educación, y “algunos afirman que la influencia formativa de los medios se contrapone a la de la escuela, de la Iglesia e incluso a la del hogar”.
El Mensaje invita a considerar la relación entre niños, mass media y educación, desde dos perspectivas: "la formación de los niños por parte de los medios, y la formación de los niños para responder adecuadamente a los medios". En particular el Santo Padre subraya que "la adecuada formación en el recto uso de los medios es esencial para el desarrollo cultural, moral y espiritual de los niños". Esta misión concierne a los padres, a la Iglesia y a la escuela. Los padres "tienen el derecho y el deber de asegurar un uso prudente de los medios educando la conciencia de sus hijos, para que sean capaces de expresar juicios serenos y objetivos que después les guíen en la elección o rechazo de los programas propuestos". En esta laboriosa tarea los padres “deberían de contar con el estímulo y ayuda de las escuelas y parroquias”.
" La educación para los medios debería ser positiva" continúa el Mensaje, ya que "cuando se pone a los niños delante de lo que es estética y moralmente excelente se les ayuda a desarrollar la apreciación, la prudencia y la capacidad de discernimiento. … La belleza, que es como un espejo de lo divino, inspira y vivifica los corazones y mentes jóvenes, mientras que la fealdad y la tosquedad tienen un impacto deprimente en las actitudes y comportamientos". Se subraya a este propósito el valor fundamental del ejemplo de los padres y como la educación a los medios de comunicación requiere "la formación del ejercicio de la libertad ". "Muy a menudo la libertad se presenta como la búsqueda frenética del placer o de nuevas experiencias … La verdadera libertad nunca condenaría a un individuo —especialmente un niño— a la búsqueda insaciable de la novedad. A la luz de la verdad, la auténtica libertad se experimenta como una respuesta definitiva al "sí" de Dios a la humanidad, que nos llama a elegir lo que es bueno, verdadero y bello, no de un modo discriminado sino deliberadamente”.
"Este profundo deseo de los padres y profesores de educar a los niños en el camino de la belleza, de la verdad y de la bondad, solo será favorecido por la industria de los medios en la medida en que promueva la dignidad fundamental del ser humano, el verdadero valor del matrimonio y de la vida familiar, así como los logros y metas de la humanidad. De ahí que la necesidad de que los medios estén comprometidos en una formación efectiva y éticamente aceptable sea vista con particular interés e incluso con urgencia, no solamente por los padres y profesores, sino también por todos aquéllos que tienen un sentido de responsabilidad cívica”.
El Santo Padre subraya que cuantos trabajan en el sector de los medios de comunicación se ven sometidos a presiones y a la competitividad comercial, sin embargo recuerda que "toda tendencia a producir programas — incluso películas de animación y video juegos— que exaltan la violencia y reflejan comportamientos antisociales o que, en nombre del entretenimiento, trivializan la sexualidad humana, es perversión; y mucho más cuando se trata de programas dirigidos a niños y adolescentes". El Papa renueva el llamamiento a los responsables de la industria de los medios de comunicación, " para que formen y motiven a los productores a salvaguardar el bien común, a preservar la verdad, a proteger la dignidad humana individual y a promover el respeto por las necesidades de la familia”.
El Mensaje concluye recordando que la Iglesia, "maestra en humanidad" está también llamada a ofrecer asistencia a los padres, a los educadores, a los comunicadores y a los jóvenes: “Las parroquias y los programas escolares, hoy en día, deberían estar a la vanguardia en lo que respecta a la educación para los medios de comunicación social. Sobre todo, la Iglesia desea compartir una visión de la dignidad humana que es el centro de toda auténtica comunicación". (S.L) (Agencia Fides 24/1/2007, Líneas: 54 Palabras: 815)


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