VATICANO - “A TI SEÑOR JESUCRISTO , ÚNICO PASTOR DE LA IGLESIA OFREZCO LOS FRUTOS DE ESTOS VEINTICINCO AÑOS DE MINISTERIO AL SERVICIO DEL PUEBLO QUE ME HAS CONFIADO. RENUEVO, POR MANOS DE MARÍA, MADRE AMADA, EL DON DE MI MISMO, DEL PRESENTE Y DEL FUTURO: SE CUMPLA TODO SEGÚN TU VOLUNTAD”

viernes, 17 octubre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Al iniciar mi Pontificado pedí: Ayudad al Papa y a cuantos quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, a servir al hombre y a toda la humanidad'. Mientras con vosotros doy gracias a Dios por estos 25 años, marcados enteramente por su misericordia, siento una particular necesidad de expresar mi gratitud también a vosotros, hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, que habéis respondido y continuáis respondiendo de diversas maneras a mi pedido de ayuda. .. Os ruego, queridísimos hermanos y hermanas, no interrumpáis esta gran obra de amor por el Sucesor de Pedro. Os lo pido una vez más aún: ¡Ayudad al Papa y cuantos quieren servir a Cristo, a servir al hombre y a la humanidad entera!” Son los sentimientos expresados por el Santo Padre Juan pablo II durante la celebración de la Misa por su XXV Aniversario de Pontificado que presidió el jueves 16 de octubre en la Plaza de San Pedro .Con el Santo Padre concelebraron también los Cardenales, Arzobispos, Obispos y Párrocos de Roma. Estaban también presentes unas 20 delegaciones oficiales gubernativas y numerosas personalidades y una multitud de fieles de diversas naciones atestaba la plaza.
“En el Cónclave, a través del Colegio Cardenalicio, Cristo me dijo también a mí, como tiempo atrás a Pedro en el Lago de Genezaret: 'Apacienta mis ovejas'” (Jn 21,16) – dijo el Santo padre en la homilía - Cada día se desarrolla al interior de mi corazón el mismo diálogo entre Jesús y Pedro. En mi espíritu, fijo en la mirada benévola de Cristo resucitado. Él, aún conociendo mi humana fragilidad, me anima a responder con confianza como Pedro: 'Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo' Y me invita a asumir la responsabilidad que Él mismo me ha confiado”.
“En el curso de los siglos, los sucesores de los apóstoles, guiados por el Espíritu Santo, reúnen la grey de Cristo y la guían hacia el Reino de los cielos, concientes de que pueden asumir tan grande responsabilidad 'por Cristo, con Cristo y en Cristo” – prosiguió el santo Padre. “Esta misma conciencia tuve yo cuando el Señor me llamó a desarrollar la misión de Pedro en esta amada ciudad de Roma y al servicio del mundo entero... Es por ello, desde el primer día, no he dejado de exhortar: '¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! Repito hoy con fuerza: '¡Abrid, más aún, abrid de par en par las puertas a Cristo!' ¡Dejaos guiar por Él! ¡Confiaos a su amor!”.
Juan Pablo II concluyó la homilía presentado a Jesucristo como “Único Pastor de la Iglesia”, los frutos de estos 25 años de ministerio al servicio del pueblo que le ha sido confiado y renovó por medio de Maria Madre Amada su acto de entrega al Señor: “Te renuevo, por las manos de María, Madre amada, el don de mí mismo, del presente y del futuro: que todo se cumpla según tu voluntad. Pastor Supremo, quédate en medio de nosotros, para que podamos contigo avanzar seguros, hacia la casa del Padre. ¡Amén!”.
Al inicio de la Celebración el Card. Joseph Ratzinger, Decano del colegio Cardenalicio dirigió un saludo de introducción al Santo Padre: “en estos 25 años usted como Vicario de Cristo en la sucesión apostólica ha viajado incansablemente por todo el mundo, para llevar el Evangelio de Dios encarnado en Jesucristo, superando toda frontera”. Usted cruzó los continentes para acercar a los extraños y para hacer que se acercaran los amigos lejanos y dar la paz de Cristo. Habló a jóvenes y viejos, ricos y pobres, humildes y poderosos... anunció la voluntad de Dios sin temor alguno, aun cuando ésta se opone a lo que los hombres quieren y piensan”.. Hoy toda la Iglesia le está agradecida por el servicio que ha hecho en estos 25 años”. (S.L.) (Agencia Fides 17/10/2003 Líneas. 50 Palabras: 715)


Compartir: