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Ottawa (Agencia Fides) - La organización Católica para la Vida y la Familia de la Conferencia de Obispos Católicos de Canadá (CCCB) ha lanzado un folleto sobre el sentido del sufrimiento y la muerte con motivo de la Jornada Mundial del enfermo que se celebra en toda la Iglesia el 11 de febrero y en respuesta a la campaña que busca legalizar la eutanasia en el país. Según informa la organización, el documento que lleva por titulo “Para que vivir, sufrir y morir” busca hacer que el lector contemple los misterios más grandes de la vida como son el sufrimiento y el dolor revelando su profundo sentido cristiano y renovando el sentido de la esperanza, del valor y de la paz.
“Dado que la enfermedad y el sufrimiento aparecen siempre en el curso normal de la vida humana - se lee en el folleto - la pregunta sobre su significado también surge cuando se reflexiona sobre el sentido de la vida”. Los Cristianos encuentran precisamente la respuesta a todos estos interrogantes en el Evangelio, “es allí donde entienden que no somos los dueños de nuestra vida... es allí donde Cristo alimentan su esperanza en la resurrección y en la vida eterna”, esperanza que según se lee en el folleto, deben compartir con todos porque no podemos dudar de que “toda la humanidad necesita a Cristo y su mensaje de amor, aun cuando con frecuencia el mundo se presente indiferente a Dios”.
Destacan también los Obispos como nuestro sufrimiento encuentra sentido cuando es ofrecido al Señor en el altar y de este modo “ayuda a la salvación del mundo. ¿Puede hacer mayor dignidad?”. Realizan a continuación un llamamiento a la solidaridad recordando que los cristianos están llamados a ayudar a quienes sufren por la enfermedad o la ancianidad, “para que mantengan el coraje hasta el fin natural de sus vidas”. El folleto también indica que para quienes sufren una enfermedad terminal permitir a otros que velen por ellos, es un servicio. “Una de las mas bellas respuestas del hombre al sufrimiento- continua el texto- son los cuidados paliativos que nunca buscan acelerar la muerte. Asociando los tratamientos sofisticados- explica el folleto - con el acompañamiento personal, caracterizado por atención, la ternura y la compasión, muchos profesionales de la salud y voluntarios ... confirman la dignidad de los enfermos terminales”.
Concluyen los Obispos canadienses recordando que “el sufrimiento no es inútil y no disminuye la dignidad humana. ... que no depende ni de la calidad de nuestras vidas no de nuestra autonomía. Encuentra su fuente en Dios que ha creado al hombre a su imagen y semejanza y que nos llama a vivir y morir como Cristo”. (RG) (Agencia Fides 22/1/2007 Líneas: 34 Palabras: 497)
