VATICANO - "El Señor Jesús va a acompañar al hombre a cualquier lado en la vida cotidiana, gracias también a la Iglesia presente en la comunidad, en los colegios, en los aeropuertos, en las estaciones de trenes y en las calles, con la pastoral del encuentro y de la acogida": documento final del encuentro "En el camino de la movilidad sostenible" promovido por el Consejo Pontificio para los Emigrantes

miércoles, 17 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - " Donde haya un hombre, con sus felicidades y sus dolores, allí estará la Iglesia, con su presencia pastoral. La atención eclesial hacia la movilidad no se acaba en una presencia genérica, sino se manifiesta proclamando el Evangelio, a través del testimonio, de la palabra, de la acción pastoral en aquellos sitios y ámbitos donde las mujeres y los hombres contemporáneos conducen formas de vida particulares, engendradas asumiendo las responsabilidades de trabajo o intentando sobrevivir". Es un pasaje de las Conclusiones del II Encuentro Internacional de Pastoral de la Carretera, que tuvo lugar en los días 1 y 2 de diciembre del 2006 en la sede del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en el Vaticano. El Documento final del encuentro, sobre el tema "En el camino de la movilidad sostenible”, presenta la crónica del acontecimiento, una síntesis de las intervenciones y de los testimonios de quienes trabajan en este sector, las conclusiones y una serie de recomendaciones.
"El Señor Jesús va a acompañar al hombre a cualquier lado en la vida cotidiana - está escrito en las conclusiones -, gracias también a la Iglesia presente en la comunidad, en los colegios, en los aeropuertos, en las estaciones de trenes y en las calles, con la pastoral del encuentro y de la acogida, allí donde el hombre o la mujer vive cada día, o se detiene para volver una vez más a tomar su recorrido y su trabajo. De hecho, la base de su obra pastoral es la conciencia que cualquier cosa hacemos a los más pequeños lo hacemos a Cristo mismo. La Iglesia reconoce entonces la dignidad y los derechos también a los habitantes de la calle - tanto a los niños y a las mujeres, como a los sin techo - al ser ellos también creados a imagen y semejanza de Dios. De esta forma se reitera la opción preferencial por los pobres, para que puedan vivir respetados y con reiterado sentido de responsabilidad”.
A favor de los automovilistas y los profesionales del transporte vial y ferroviario, se recomienda además ahondar la atención pastoral para una movilidad segura, sostenible, que respete la vida, el hombre, su dignidad, sus derechos y su destino; intensificar los contactos con los medios de comunicación social para invitarlos a un más atento análisis de los mensajes cotidianos y volverse aliados de una obra de educación, incluso de aquella que se refiere a la carretera; tutelar el derecho de los profesionales y de los trabajadores de la carretera para condiciones seguras de trabajo; crear nuevos sitios y ocasiones de encuentro con los profesionales de la carretera, ya que a diferencia de los que utilizan el auto por razones personales o familiares, ellos experimentan más la soledad y la lejanía de la familia; desarrollar estos encuentros en los espacios que los interesados consideran "suyos", como pueden ser las zonas de aparcamiento, sin olvidar los autoservicios; convertir los encuentros en momentos en los que se pueda vivir más intensamente y espiritualmente y con la posibilidad de crecer en la fe.
Por lo que concierne a los habitantes de la calle, los participantes en el encuentro encomiendan: considerar que la situación de los niños, de las mujeres de la calle y de los sin techo, es de total vulnerabilidad; responder a su callada necesidad de salvación y de seguridad, yendo donde ellos se encuentran, en las calles, no quedando esperándoles en los centros de acogida; cualificar estos centros de manera que se vuelvan verdaderos sitios de acogida, de solidaridad, y de familia ensanchada; ayudarles para que vuelvan a descubrir su propia dignidad y para que recuperen un nivel adecuado de autoestima; organizar actividades para los jóvenes en riesgo; trabajar en los sitios de procedencia de los niños y de las mujeres de la calle, sobretodo para derrotar las causas de su situación desgraciada; continuar la obra de sensibilización respecto a la sociedad y a las instituciones publicas; trabajar por un cambio de mentalidad con respecto a estas nuevas formas de pobreza, de explotación, y de esclavitud; tomar en consideración la creación de un sitio web que permita facilitar las informaciones y el intercambio de experiencias en este importante ámbito de atención humana y pastoral. (S.L) (Agencia Fides 17/1/2007 - Líneas: Palabras:


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