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Manila (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal de Filipinas ha elegido profundizar en el 2007 su compromiso a favor de la cultura de la vida. Por ello, los Obispos han promovido en los días pasados en Manila una Conferencia internacional dedicada a los temas del bioética, invitando a numerosos expertos, estudiosos, teólogos y médicos de nivel mundial. La Conferencia ha sido organizada gracias a la nueva Oficina de la Conferencia Episcopal específicamente dedicada a Bioética, dirigida por Mons. José B. Oliveros. Entre los invitados en el congreso figuran, Mons. Elio Sgreccia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida; James Sherley, profesor de Ingeniería biomédica en Massachusetts Institute of Technology; William Lee Saunders, jefe del Centro de Bioética y el Consejo por Investigaciones sobre la Familia en Washington; el dott. John Wilke, Presidente de la Federación Internacional por el Derecho a la vida; P. Fausto Gómez, Presidente del Centro de Bioética del Sudeste asiático, y otros numerosos estudiosos de todo el mundo.
"La iniciativa ha servido para atraer nuestra atención sobre los desafíos que debe afrontar hoy la vida y la familia", subrayó Mons. Angel Lagdameo, Presidente de la Conferencia Episcopal, al abrir los trabajos. También intervinieron Mons. P. B. Aniceto, Presidente de la Comisión Episcopal para la Vida y la Familia y Mons. Orlando Quevedo, Arzobispo de Cotabato y actual Secretario General de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC), presentando una relación sobre el futuro de la familia en Asia. Además el Nuncio Apostólico en Manila, Mons. Fernando Filones, llevó un mensaje de saludo a los participantes de parte del Santo Padre Benedicto XVI.
La Iglesia filipina ha reafirmado su compromiso "en primera línea" en la batalla en defensa de la vida, desde su inicio hasta el final. El congreso también se ha centrado en las nuevas formas de familia que se están afirmando en Asia: familias con un sólo padre; familias de pareja separados; familias en la que uno de los padres está fuera en el extranjero durante dos años; uniones de personas del mismo sexo. El sentido de carácter sagrado de la familia asiática se está debilitando, ha señalado la asamblea, y es tarea de la Iglesia reafirmar este carácter sagrado, válido no sólo para los creyentes de la religión cristiana.
Por ello, la Iglesia filipina ha afrontado la delicada cuestión demográfica que atraviesa la vida social de Filipinas. Los Obispos han opinado con claridad que la causa de la pobreza y de la disparidad social en Filipinas no está en la excesiva población, sino en políticas económicas inadecuadas y en la corrupción. La Comisión Episcopal para la Vida y la Familia seguirá sensibilizando a los fieles, afirmando que la misión católica está "por su naturaleza ligada a la protección de la familia y la vida". En el 2006, además, la Iglesia estaba contenta por la realización una campaña abolicionista que ha durado varios años, para la abrogación de la pena de muerte en Filipinas. (PA) (Agencia Fides 15/1/2007 Líneas: 38 Palabras: 513)
