VATICANO - "La realidad de las migraciones nunca debe ser vista sólo como un problema, sino también y sobre todo como un gran recurso para el camino de la humanidad " Papa Benedicto XVI subraya en el ángelus en la Jornada Mundial del Emigrante

lunes, 15 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Podemos contemplar a la sagrada Familia de Nazaret, imagen de todas las familias, pues refleja la imagen de Dios, custodiada en el corazón de cada familia humana, incluso cuando está debilitada y en ocasiones desfigurada por las pruebas de la vida" ha dicho el Papa Benedicto XVI antes del ángelus del domingo 14 de enero, Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado. Recordando la narración del evangelista Mateo, según la cual poco tiempo después del nacimiento de Jesús, san José se vio obligado a huir a Egipto con el Niño y su Madre, para huir de la persecución del rey Herodes, el Santo Padre ha subrayado: "En el drama de la Familia de Nazaret podemos entrever la dolorosa condición de tantos emigrantes, especialmente de los refugiados, de los exiliados, de los desplazados, de los perseguidos. Reconocemos, en particular, las dificultades de la familia emigrante como tal: las difíciles condiciones de vida, las humillaciones, las incomodidades, la fragilidad".
El Papa ha recordado su Mensaje para esta Jornada, dedicada a la familia emigrante, y ha reafirmado la importancia de "tutelar a los emigrantes y a sus familias a través del auxilio de protecciones legislativas, jurídicas y administrativas específicas, así como a través de una red de servicios, centros de escucha y de estructuras de asistencia social y pastoral". También ha deseado que “se llegue pronto una gestión balanceada de los flujos migratorios y de la movilidad humana en general, de manera que aporte beneficios a toda la familia humana, comenzando con medidas concretas que favorezcan a la emigración regular y la reagrupación familiar, prestando particular atención a las mujeres y a los menores de edad". El Santo Padre ha recordado además que "solamente en el respeto de la dignidad humana de todo emigrante, por un lado y en el reconocimiento de parte de los mismos emigrantes de los valores de la sociedad que los acoge, será posible la justa integración de las familias en los sistemas sociales, económicos y políticos de los Países de acogida."
Antes de rezar la oración del ángelus, pidiendo la intercesión de la Virgen Maria y de Santa Francesca Saverio Cabrini, patrona de los emigrantes, el Papa Benedicto XVI ha recordado por fin que "la realidad de las migraciones nunca debe ser vista sólo como un problema, sino también y sobre todo como un gran recurso para el camino de la humanidad. Y la familia emigrante es especialmente un recurso, a condición de que sea respetada como tal, de que no tenga que sufrir laceraciones irreparables, sino que pueda permanecer unida o reagruparse, y cumplir su misión de cuna de la vida y de primer ámbito de acogida y de educación de la persona”. (S.L) (Agencia Fides 15/1/2007; Líneas: Palabras:


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