AFRICA/BURKINA FASO - El camino misionero de la Iglesia en África: el Congreso Misionero del África occidental francófona

sábado, 13 enero 2007

Ouagadougou (Agencia Fides) - Para permitir a la Iglesia en África asumir su misión evangelizadora de modo eficaz, del 10 de abril al 8 de mayo de 1994 se celebró en el Vaticano una asamblea especial del Sínodo de los Obispos para África sobre el tema "La Iglesia en África y su misión evangelizadora hacia el año 2000: 'Seréis mis testigos' (Hch 1,8)". La exhortación apostólica "Ecclesia in Africa" que recogió los frutos de la asamblea sinodal, fue firmada por el Santo Padre Juan Pablo II en Yaundé, Camerún, el 14 de septiembre de 1995. Desde entonces tuvo inicio una serie de encuentros e iniciativas en tierra africana para llevar a la práctica las orientaciones y decisiones de la exhortación. El Santo Padre Benedicto XVI ha confirmado la decisión tomada por el Santo Padre Juan Pablo II el 13 de noviembre de 2004, de convocar una Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos: "Tengo una gran esperanza de que dicho Encuentro marque un ulterior impulso en el continente africano a la evangelización, a la consolidación y al crecimiento de la Iglesia y a la promoción de la reconciliación y la paz" dijo el Papa durante la audiencia general del 22 de junio de 2005.
En este contexto se ha tenido en Ouagadougou (Burkina Faso) un Congreso Misionero, del 15 al 19 de noviembre del 2006, promovido por la CERAO (Conferencia Episcopal Regional del África Occidental francófona) sobre el tema "Vosotros seréis mis testigos hasta los últimos confines de la tierra. Para llevar mi palabra y reunir a los hijos de Dios dispersos". En este Congreso, que ha visto la participación de representantes de 9 de los 11 Países miembros de la CERAO e invitados venidos de Gabón, Francia y el Vaticano, para un total de 161 personas entre Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, se presentaron una serie de conferencias sobre la Misión que subrayaron el compromiso de la Iglesia-familia de Dios de la región africano occidental de asumir su propio compromiso misionero, ad intra y ad extra. Para alcanzar dicho objetivo, el Congreso ha insistido particularmente sobre estos temas: la formación de los agentes de la evangelización, la inculturación, el testimonio, la colaboración misionera entre las Iglesias del Sur y las del Norte, la autofinanciación, la edificación de una Iglesia-familia de Dios, la consolidación del espíritu misionero. Las comunicaciones de los diversos Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias sobre las actividades desarrolladas, han evidenciado por un lado los progresos concretos en el campo litúrgico, pastoral y catequético, y por otro, han sacado a la luz las dificultades debidas a la falta de personal y de medios.
Al término de los trabajos de este Congreso Misionero de Ouagadougou, situado entre las dos Asambleas Especiales para África del Sínodo de los Obispos y en la fase preparatoria del Congreso Misionero Panafricano, los Congresistas presentaron algunas recomendaciones a los Obispos de la CERAO: introducir cursos de misionología en los institutos de formación y preparar a docentes en esta materia; valorizar el espíritu misionero en el ámbito de la formación catecumenal; reforzar los equipos nacionales y diocesanos de las Obras Misionales Pontificias para la animación y cooperación misionera; favorecer la toma de conciencia de la propia misión evangelizadora recordando que el objetivo de la vida cristiana es la santidad de vida.
Los Congresistas también han tomado una serie de resoluciones, entre ellas: llevar los frutos del Congreso a los correspondientes países, diócesis y parroquias; profundizar en los contenidos en el ámbito de las actividades de los Directores nacionales y diocesanos de las Obras Misionales Pontificias bajo forma de sesiones de misionología; buscar siempre la colaboración con las otras Iglesias cristianas y el diálogo con las otras tradiciones religiosas para construir juntos una sociedad de justicia, de paz y de solidaridad; promover la reconciliación y el intercambio de experiencias misioneras entre la Iglesia; hacer conocer la Pontificia Unión Misionera que es el alma de las Obras Misionales Pontificias. (S.L) (Agencia Fides 13/1/2007; Líneas: 48 Palabras: 676)


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