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Madrid (Agencia Fides) - “44 millones de personas: una sola familia... “Sois miembros de la familia de Dios” (Ef 2,19)” es el titulo del Mensaje de los Obispos de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones 2007 que se celebra el próximo domingo 14 de enero. Los Obispos recuerdan que la Jornada “ha de significar, un momento más intenso, una oportunidad más favorable para conocer más de cerca la realidad, para dejarnos interpelar por ella a la luz de la palabra de Dios, un nuevo punto de partida y una nueva motivación para nuestro compromiso como ciudadanos y como creyentes para todo el año”. Los Obispos de España se unen al Santo Padre en su Mensaje “La familia emigrante”, “cuando aún resuena el eco de sus mensajes con motivo del V Encuentro Internacional de las Familias en Valencia”, e invitan a todos los católicos de España y a todas las personas de buena voluntad “a adoptar una actitud de cordial acogida y de relaciones fraternas con las familias inmigrantes”.
Recuerdan a continuación la principal misión de la Iglesia respecto a los emigrantes y sus familias afirmando que los “los inmigrantes católicos han de sentirse desde el primer momento en la Iglesia del país de acogida, en sus instituciones y organizaciones, como en su propia casa, en su familia, con los mismos derechos y obligaciones que los autóctonos y sus familias”. En este sentido realizan una invitación a las parroquias “para que acojan con gozo a las familias inmigrantes, faciliten su progresiva integración en la vida parroquial y fomenten el conocimiento mutuo y la convivencia con las familias locales” y a las escuelas católicas y demás instituciones eclesiales a que colaboren activamente para que los emigrantes se sientan realmente familia de Dios. Piden además que esta misma actitud se tenga con las familias cristianas de la tradición ortodoxa, protestante o anglicana, pues “somos hermanos en la fe, y ello ha de transparentarse en nuestros comportamientos fraternos”.
Respecto a los inmigrantes creyentes de otras religiones o no creyentes recuerdan que deben ser también “objeto de la preocupación de la Iglesia. A ellos han de ir destinados también los servicios de la Iglesia en el aspecto sociocaritativo”. Así mismo realizan un llamamiento a los responsables de las administraciones publicas para que “establezcan normas justas y medidas adecuadas, que defiendan y tutelen la dignidad y los derechos de los inmigrantes y de sus familias”. Y a todos los miembros de la sociedad les invitan a “ver a los inmigrantes y a sus familias no como una carga o un peligro, sino como una riqueza para nuestra sociedad y a acogerlos cordialmente, a servirlos como hermanos y a facilitarles su pacífica y enriquecedora integración”.
“En España - continúan los Obispos - seguimos viviendo la situación de numerosas personas que llegan a nuestro país sin los requisitos legales que les garanticen un trabajo y una vivienda dignas y un futuro con esperanza”. Muchos de ellos son victimas de explotaciones. Por ello felicitan a todos los que trabajan en la labor de acogida, acompañamiento, orientación y otras respuestas concretas, entre ellos las delegaciones diocesanas de migraciones, las Caritas, parroquias, servicios de la Vida Consagrada.
El mensaje concluye agradeciendo a los hermanos inmigrantes y sus familias “su valiosa aportación a nuestra sociedad, a nuestra Iglesia” y les animan a que “cuanto antes se sientan entre nosotros como en su propia casa, en su familia, para que, con la ayuda del Señor y en el respeto mutuo, construyamos entre todos una sociedad más justa, solidaria y pacífica y mostremos al mundo una comunidad cristiana de hijos de Dios y de hermanos, unidos por encima de toda diferencia de origen, cultura, raza, religión o nación”. (RG) (Agencia Fides 12/1/2007 Líneas: 48 Palabras: 670)
