AFRICA - No olviden las guerras africanas, rezando y trabajando por la paz con ocasión de la Navidad

viernes, 22 diciembre 2006

Roma (Agencia Fides) - Mientras el mundo se prepara para vivir la Navidad, fiesta de la paz por excelencia, queremos recordar a las personas que todavía se encuentran en una situación de guerra en África, un continente dramáticamente marcado por la violencia.
En primer lugar, hay las poblaciones del Darfur, en las que las vejaciones de los famosos "diablos a caballo" han obligado a la mayor parte de los habitantes de esta región sudanesa a buscar refugio en los campos de refugiados. Según fuentes de las organizaciones humanitarias internacionales al menos 2 millones de personas viven en los campos de refugiados en Darfur y otros 232.000 en la parte oriental del confinante Chad, dónde también hay 90.000 desplazados internos del Chad.
Los recientes enfrentamientos entre el ejército chadiano y algunos grupos de guerrilla han obligado a los agentes de las agencias humanitarias a abandonar un área donde tanto los refugiados como una parte de la población dependen de las ayudas humanitarias externas. La crisis del Darfur y la del Chad están relacionadas con la que está en acto en la República Centroafricana, cuya parte septentrional ha sido reconquistada recientemente por las fuerzas gubernativas arrancándola del control de un grupo de rebeldes procedentes de Sudán.
En Somalia, es noticia estos últimos días la reanudación a amplia escala de los combates en Somalia entre las milicias de las Cortes islámicas de Mogadishu y las del Gobierno de transición de Baidoa, apoyado por el ejército etíope. Según testimonios locales, los enfrentamientos ven el empleo de artillería pesada, medios acorazados y aviación, con el riesgo de arrastrar todo el Cuerno de África en un conflicto regional (ver Fides 21 de diciembre del 2006).
En África occidental se agravan las tensiones en la región del Delta del Níger, principal área petrolífera de Nigeria, dónde grupos de rebeldes continúan atacando las instalaciones para la extracción del crudo y continúan secuestrando a los técnicos extranjeros que trabajan en el lugar. Una situación potencialmente explosiva determinada por el escaso respeto de los derechos de las poblaciones locales y por la falta de una verdadera redistribución de la renta petrolífera. Una situación que ha sido hace poco fuertemente condenada por la Iglesia nigeriana (ver Fides 13 de noviembre de 2006).
En Casamance, la región del Senegal en lucha desde hace años por un intento de secesión, continúan muriendo por los millares de minas todavía diseminados por el territorio (ver Fides 23 de noviembre de 2006).
Está por último, el drama silencioso de las personas que atraviesan desiertos y mares en busca de una vida mejor en Europa. Viajes de la esperanza que esconden insidias mortales: probablemente el mundo nunca sabrá cuantas personas han desaparecido, muertos por inedia en el desierto o tragadas por las olas del mar, en un intento de alcanzar un mundo mejor.
Pero la esperanza no muere, porque, incluso entre mil dificultades, algunas crisis están en vías de solución. Las recientes elecciones en la República Democrática del Congo por ejemplo, constituyen un signo concreto de esperanza, aunque todavía queda mucho por hacer para llevar la paz definitiva a este enorme País. (L.M) (Agencia Fides 22/12/2006 Líneas: 41 Palabras: 533)


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