AMERICA/ESTADOS UNIDOS - la Santa Sede no puede firmar la Convención que ha adoptado por unanimidad la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas discapacitadas

viernes, 15 diciembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Es reciente la adopción de forma definitiva del texto de la Convención sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Pero la Santa Sede hace presente, por medio del arzobispo Mons. Celestino Migliore, Observador permanente ante la ONU, que no puede suscribirla a causa del artículo 25 sobre la salud, en particular por la referencia sobre la "salud sexual y reproductiva", aún compartiendo su objetivo de asegurar una completa integración de las personas discapacitadas en la sociedad.
Mons. Migliore, ha explicado que la Santa Sede se opone a la inclusión de esta expresión porque en muchos Países los servicios de salud reproductiva incluyen el aborto, negando pues el derecho a la vida de todo ser humano".
"Es trágico - ha dicho el Nuncio apostólico en su intervención - que mientras un defecto del feto es una condición para autorizar el aborto, la Convención creada para proteger a las personas con disminuciones de cualquier discriminación en el ejercicio de sus derechos pueda ser usada para negar el básico derecho a la vida de personas minusválidas no nacidas."
"Proteger los derechos, la dignidad y el valor de las personas con discapacidades continua siendo unos de los puntos principales de la Santa Sede" ha subrayado Mons. Migliore. "A pesar de los útiles artículos que contiene la Convención, la Santa Sede no puede firmarla."
La Convención, que la Asamblea General de la ONU adoptó ayer por unanimidad entrará en vigor 30 días después de la ratificación de al menos veinte Estados, objetivo que se supone alcanzable entre el 2008 y el 2009. La Convención obliga a los Países firmantes a adoptar leyes que prohíban la discriminación por cualquiera forma de discapacidad y a eliminar aquellas normativas que les supongan un daño. Los gobiernos tendrán además que combatir estereotipos y prejuicios y promover la plena participación de las personas minusválidas en la vida social, '"reafirmando - se lee en el texto - que todo ser humano tiene derecho a la vida". (AP) (15/12/2006 Agencia Fides; Líneas: 28 Palabras: 368)


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