AMÉRICA - Todavía 50 millones de personas no tienen acceso al agua potable en América Latina. Esta grave falta causa un tercio de las muertes de niños menores de cinco años

viernes, 24 noviembre 2006

Roma (Agencia Fides) - En todo el mundo, mueren cada año 1,8 millones de niños a causa de diarreas, mucho más mortales que las tuberculosis, malaria o VIH/SIDA. En América Latina y en El Caribe, un tercio de las muertes de los niños viene causado por las diarreas. Un niño que nace en zonas sin agua está sometido a constantes casos de diarrea que afectan su sistema inmunológico. El problema podría solucionarse con agua limpia y saneamientos adecuados, pero por desgracia, estos faltan en amplias zonas de la región, especialmente en las indígenas y afrodescendientes.
Aunque el 91% de la población tiene acceso al agua potable, 50 millones de personas siguen sin beneficiarse de este servicio, y 34 millones de estas viven en el campo. Por lo que concierne por el contrario, al saneamiento, la cobertura es del 77%, pero todavía 103 millones no disfrutan del mismo. Estas carencias causan la mayoría de las enfermedades de diarreas, que constituyen hoy la segunda causa de mortalidad infantil en la región, precedidas por las infecciones respiratorias.
Según la Relación sobre el Desarrollo Humano 2006, apenas presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el agua limpia y el saneamiento se encuentran entre los medios preventivos más eficaces para reducir la mortalidad infantil.
El problema es sobre todo para los que viven en los campos, para los indígenas y los afrodescendentes, que son unos 200 millones sobre 523 millones de habitantes de América Latina. Un tercio de los que viven en zonas rurales de América Latina no tienen manantiales hídricos limpios y más de la mitad no usa instalaciones de saneamiento adecuadas.
En Bolivia, el 95% de la población urbana usa fuentes seguras de agua potable, mientras que en los campos sólo el 68%. Sólo el 54% de los niños con menos de 5 años que sufren diarrea reciben una terapia de rehidratación oral. En Brasil, dónde hay una mayor cobertura sanitaria (75%) y de agua potable ( 90%,) el tratamiento llega apenas al 28% de los niños.
En Guatemala el 95% de la población tiene acceso a fuentes de agua sana, pero apenas el 22% de los menores que sufren diarrea se benefician de un tratamiento de rehidratación. La situación de Haití es a la inversa. Aquí el 54% de la población cuenta con agua potable y apenas el 30% de saneamiento, mientras que el 41% de las niñas y niños menores de 5 años que padecen diarrea reciben el tratamiento de rehidratación.
En países como Nicaragua, el agua limpia reduciría más del 20% los casos de diarrea, 15% en Perú y cerca del 40% en Guatemala. (AP) (24/11/2006 Agencia Fides; Líneas: 32 Palabras: 469)


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