AFRICA/CONGO RD - "Un nuevo sol se levanta en la República Democrática del Congo": recuerdo de Mons. Christophe Munzihirwa, Arzobispo de Bukavu a 10 años de su matanza

sábado, 18 noviembre 2006

Bukavu (Agencia Fides) - "El mejor modo de rendir homenaje a estos bravo pastores es continuar la batalla por la justicia, la paz y la reconciliación que ellos realizaron en la región de los Grandes Lagos" afirma Mons. François-Xavier Maroy Rusengo, Arzobispo de Bukavu, en el Noreste de la República Democrática del Congo, recordando a sus predecesores con ocasión de los 10 años de la muerte del Arzobispo de Bukavu Christophe Munzihirwa, asesinado el 29 de octubre de 1996.
En su mensaje, enviado a la Agencia Fides, titulado "Un nuevo sol se levanta sobre la República Democrática del Congo" Mons. Maroy Rusengo recuerda el dramático período en el que maduró el homicidio de su predecesor: "La guerra comenzó en el Sur en la meseta de Ruzizi. La ciudad de Bukavu y su distrito estaban ya infiltrados de rebeldes procedentes de los Países cercanos. La población no sabía de quien fiarse. Todos se acordaban de los llamamientos de este gran pastor que invitaba a los habitantes a no huir de la ciudad para no dejarla en manos de extranjeros sedientos de nuestros recursos, en una lógica de balcanización del País."
Frente a la exfoliación de las instituciones estatales en el este del entonces Zaire, como se llamaba en esa época al País, Mons. Munzihirwa convocó una reunión en el Arzobispado de Bukavu con unas cuarenta personas para hacer un balance de la situación. "Fue la mañana del martes 29 de octubre" recuerda el actual Arzobispo de la ciudad. A primera hora de la tarde la ciudad fue invertida por pesados combates. Mons. Se acercó en primera persona a recoger a algunas hermanas que habían quedado atrapadas en su colegio. Armado tan solo de la cruz pectoral Mons. Munzihirwa se dirigió a los militares que pararon con golpes de fusil su coche. Sus dos acompañantes murieron inmediatamente. Mons. Munzihirwa fue primero herido y después fue rematado con el fusil. Sólo en la mañana del día siguiente, 30 de octubre, los Padres Javerianos lograron recuperar el cuerpo del arzobispo. "Las carreteras estaban desiertas, la gente estaba en sus casas. A los funerales tan sólo asistieron 71 personas. Sólo un ataúd construido con los pupitres de la escuela, con trapos viejos, una tumba cavada a toda prisa al lado de la catedral y en pocos minutos todo había concluida bajo la presión de los militares. Murió como había vivido, en la miseria total" afirma Mons. Maroy Rusengo.
Después del asesinato de Mons. Munzihirwa, su sucesor, Mons. Emmanuel Kataliko continuó con la misma lucha por la defensa de los derechos del hombre y la preservación de la unidad nacional y la integridad del País" escribe Mons. Maroy Rusengo, que recuerda como también Mons. Kataliko fue perseguido hasta el punto de morir por "agotamiento en Roma el 4 de octubre del 2000."
Su sucesor Mons. Charles Mbogha, continuó la obra de sus dos procesadores, a pesar de la enfermedad y murió en el 2005. El actual Arzobispo ve ahora signos de esperanza, sobre todo después con el desarrollo de las elecciones presidenciales: "Que Mons. Munzihirwa y sus 2 sucesores intercedan por Congo para que reine la paz y la democracia". (L.M) (Agencia Fides 18/11/2006 Líneas: 38 Palabras: 552)


Compartir: