AMERICA/MEXICO - Los Obispos ante la nueva ley que abre la posibilidad de uniones de personas del mismo sexo: “Cuando el valor de la familia esté amenazado, la Iglesia reaccionará reafirmando que la familia entre un hombre y una mujer, es necesaria para el bien privado de cada persona, y el bien común de toda nación”

viernes, 10 noviembre 2006

Ciudad del México (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) ha expresado, a través de un comunicado firmado por Mons. Carlos Aguiar Retes, Obispo de Texcoco y Secretario General de la CEM, su oposición al Proyecto de Ley de Sociedades de Convivencia, “una iniciativa de ley pretende legitimar las relaciones de las sociedades de convivencia, y veladamente quiere dar origen a una legislación que fomenta mecanismos que aprueben los matrimonios entre personas del mismo sexo, incluso con el derecho de adoptar niños”. Según los Obispos “una ley como esta, sólo ve y pretende dar soluciones incompletas y momentáneas a un problema que es más complejo”. La controvertida Ley de Sociedades de Convivencia, aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, por 43 votos a favor y 17 en contra permite a personas del mismo sexo unirse para forma “un hogar común”
Consideran los Obispos que la familia “es la comunidad humana fundamental. Conforme sea la familia, será la nación, porque así es el hombre”. Por ello, “cuando el valor de la familia esté amenazado por presiones sociales y económicas, la Iglesia reaccionará reafirmando que la familia entre un hombre y una mujer, es necesaria no sólo para el bien privado de cada persona, sino también para el bien común de toda sociedad, nación y Estado”. En este sentido recuerdan que la Iglesia católica “ve con verdadero amor a todos los hombres y mujeres sin importar preferencias ni inclinaciones”, pero no por ello pueden dejar de oponerse de forma tajante “a actitudes que dañen al mismo hombre en su proyecto integral de vida”. Concluyen los Obispos pidiendo a los legisladores “legislar en favor de la dignidad del ser humano y de la familia, ya que la familia es la verdadera medida de la grandeza de una nación, del mismo modo que la dignidad del hombre es la auténtica medida de la civilización”. (RG) (Agencia Fides 10/11/2006 Líneas: 26 Palabras: 367)


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