OCEANIA/AUSTRALIA - El Senado aprueba el proyecto de ley para el empleo de células estaminales clonadas, que ahora pasa a la Cámara. Desacuerdo de los grupos cristianos y de la Iglesia, que continúan con la campaña de sensibilización: "La batalla no ha terminado"

jueves, 9 noviembre 2006

Sydney (Agencia Fides) - Desacuerdo y amargura en la Iglesia católica y en las otras iglesias cristianas en Australia: el Senado australiano ha aprobado, con la votación del 7 de noviembre, el documento que permite la creación de células estaminales a través del proceso de clonación, para utilizar en la investigación científica. Después de un largo y áspero debate, que ha dividido a la asamblea, (compuesta por 76 senadores) y a toda la opinión pública del Nuevo Continente, el texto de ley ha pasado con una reducida mayoría de dos votos y ahora será examinado por la Cámara de los Representantes, la otra rama del Parlamento australiano. Los partidarios de la clonación consideran que el documento podrá pasar fácilmente a la Cámara, donde parece fuerte el partido de quienes quieren eliminar los límites a las actividades de investigación con células estaminales.
Con el documento Australia establece que es aceptable usar un embrión y luego destruirlo con fines terapéuticos, para tratar de curar a otro ser humano. La ley permite en efecto la investigación con células estaminales creadas por medio de la clonación, aún manteniendo la prohibición de instalar un embrión clonado en un ser humano. Según prevé el texto, los embriones clonados para la investigación tendrán que ser destruidos dentro de los 14 días de vida.
Los grupos cristianos y asociaciones pro-vida han acogido con desconcierto el voto favorable del Senado. Los Obispos católicos y otros líderes cristianos han condenado el parecer favorable del Senado, advirtiendo que Australia se está encaminando por una vía peligrosa. En una declaración enviada a Agencia Fides, Mons. Adrián Doyle, Arzobispo de Hobart, ha expresado su contrariedad recordando que "la tramitación para que el documento se transforme en ley a todos los efectos es todavía largo", puesto que el proyecto de ley tiene todavía que ser aprobado por la Cámara, y ha pedido continuar con la campaña de sensibilización anti-clonación.
El Card. George Pell, Arzobispo de Sydney, se ha mostrado todavía confiado, mientras el Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Philip Wilson, ha subrayado que "el estrecho margen de la mayoría en el Senado (34 votos frente a 32) refleja la división de la población sobre dicha delicada materia". Mons. Peter Jensen, Arzobispo Protestante, se ha mostrado "horrorizado", reafirmando que se trata de "una afrenta moral y de una quiebra en el aprecio del valor y la dignidad de la vida humana."
La prensa australiana ha subrayado que el debate se centra en el punto de definir el inicio de la vida humana. La laica católica Brígida Vout, Directora de la Oficina por la Vida de la archidiócesis de Sydney, ha recordado: "La vida humana inicia cuando hay un organismo unicelular como es el cigoto, creado por medio de la fecundación de un célula-huevo con un espermatozoide. Desde ese momento la célula posee todo el patrimonio genético y el potencial para crecer y desarrollarse. El tiempo y alimento permiten a dicho organismo convertirse en un embrión, un feto, un niño". (PA) (Agencia Fides 9/11/2006 Líneas: 39 Palabras: 538)


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