AMERICA/ARGENTINA - Los católicos estamos llamados a promover “una nueva cultura del respeto a la persona humana en todas sus dimensiones”: conclusiones del Primer Congreso de Evangelización de la Cultura

martes, 7 noviembre 2006

Buenos Aires (Agencia Fides) - “Nos sentimos llamados por el Santo Padre y por nuestros Obispos a vivir nuestra fe en la vida pública a favor del hombre, de la justicia y de la verdad. Creemos que promover el despertar de un verdadero humanismo, debe ser el objetivo central de la unidad de nuestro pensamiento y de nuestra acción en la sociedad civil y en la política. Deseamos reafirmar así nuestro deber y nuestro derecho de vivir el Evangelio sirviendo a la persona humana y a la sociedad”, se lee en las conclusiones del Primer Congreso de Evangelización de la Cultura "Los Católicos en la Sociedad Civil y la Política" organizado por la Pontificia Universidad Católica Argentina del 3 al 5 de noviembre. (Ver Fides 30/10/2006).
Los participantes reconocen que “la presencia renovada de los católicos en la vida pública, debe recomenzar desde la fe en Jesucristo”. El mejor aporte que “pueden realizar los católicos en tiempos donde el destino de la humanidad se ha tornado muchas veces irrelevante, es la promoción de una nueva cultura del respeto a la persona humana en todas sus dimensiones”. Ante los desafíos de una cultura que tiende a la deshumanización “los católicos no podemos permanecer callados o indiferentes; una vez más tenemos que reafirmar nuestra opción, nuestra pasión por la persona humana, en especial por los pobres, débiles y sufrientes, teniendo una especial atención por las nuevas formas de pobreza”. También la institución familiar mereció una especial atención en el Congreso con el deseo de que “se refuerce a cada nivel el compromiso de todos por sostener la familia, para que también hoy se mantenga siempre, según el designio de Dios, como ‘santuario de la vida’”.
Los participantes muestran además su preocupación de que esta deshumanización de la cultura lleve a una deshumanización de la política que “considera a las personas como manipulables y descartables” y se comprometen a “gestar una auténtica cultura cristiana, no sólo a nivel intelectual, sino sobre todo en nuestra vida práctica, proponiendo nuevas formas de pensar, de vivir y de servir centradas en la dignidad de la persona humana”. La evangelización de la cultura es otro de los campos privilegiados de la presencia y compromiso de la Iglesia y de cada uno de los cristianos, según se desprende del Congreso. “Asumimos el desafío- continua el Mensaje final - de colaborar en conjunto en la educación integral de la persona humana y de repensar creativamente la formación de nuevos dirigentes promotores del humanismo cristiano. Creemos que la inclusión social, educativa y cultural de nuestros hermanos, es uno de los grandes desafíos que debemos asumir los católicos en la vida pública”. Concluye el Mensaje pidiendo el fuego del Espíritu Santo para que “que ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros el deseo de contemplarte, el amor a los hermanos, sobre todo a los afligidos, y el ardor por anunciarte al inicio de este siglo". (RG) (Agencia Fides 7/11/2006 Líneas: 36 Palabras: 513)


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