AMERICA/ECUADOR - Nuevo llamamiento de los Obispos ecuatorianos para evitar que la ley del Código de Salud entre en vigencia: “es atentatoria contra la autoridad de los padres de familia, de los educadores, de los profesionales médicos e introduce una cultura de muerte y no de vida”

martes, 7 noviembre 2006

Quito(Agencia Fides) - Los Obispos de Ecuador continúan manifestando su honda preocupación porque el Congreso Nacional haya aprobado algunos artículos de la ley sustitutiva del Código de Salud, que atenta contra principios éticos y constitucionales fundamentales. En efecto, Mons. Néstor Herrera, Obispo de Machala y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, ha realizado un nuevo llamamiento “respetuoso pero firme a todas las instituciones, familias y personas católicas a encontrar cauces para evitar que esta ley entre en vigencia: es atentatoria contra la autoridad de los padres de familia, de los educadores, de los profesionales médicos e introduce una cultura de muerte y no de vida”. Recuerda Mons. Néstor en el comunicado los diversos pronunciamientos de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana sobre el tema y en particular la carta dirigida, con fecha 20 de octubre 2006, al Presidente del Congreso Nacional, Dr. Wilfrido Lucero, y a cada uno de los señores legisladores haciéndoles notar que el nuevo Código de la Salud es claramente opuesto a la ley de Dios, a la ley natural y a la dignidad de las personas. Según el Presidente de la Conferencia Episcopal se realizó este llamamiento a los legisladores “por ser representantes de un pueblo de convicciones cristianas que no pueden desconocer ni menospreciar, tanto más que la mayoría de los mismos legisladores se confiesan cristianos católicos, en cuyo caso parece que no responden a sus convicciones sino a intereses de orden económico, o político o de empresas farmacéuticas”.
En dicha carta, firmada por Mons. Néstor Herrera Heredia y Mons. Luis Antonio Sánchez, Obispo de Tulcán, Secretario General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, los Obispos destacan tres puntos principales. En primer lugar la legalización e imposición del aborto, pues según la nueva ley se obliga a los centros de salud públicos y privados a practicar abortos en los casos que establece el Código Penal, quitando a los médicos la posibilidad de negarse a través de la objeción de conciencia. Con esta medida “el Congreso Nacional ha aceptado ahora una propuesta que se contrapone a la ley de Dios, la ley natural y a la dignidad de las personas. Pues la privación de la vida a una persona inocente nunca puede ser aprobada y menos impuesta”. Además “la condición en que se pone a un médico de conciencia cristiana, o de convicciones basadas en un humanismo verdadero, implica un atropello a su libertad de religión, de pensamiento y de conciencia”.
En segundo lugar destacan la imposición de la anticoncepción de emergencia “en los casos de ‘violencia intrafamiliar y sexual’ (art. 32), como también ‘a mujeres que padezcan enfermedades graves e incurables o a personas portadoras de VIH-SIDA y a aquellas viviendo con SIDA’(art. 68)”. Pero por ‘anticoncepción de emergencia’ se suele entender el recurso a la llamada ‘pastilla del día después’, fármaco que si se dan las circunstancias, tiene un claro efecto abortivo”. Por último consideran los Obispos que se “algunas disposiciones tienden a disminuir e ignorar la autoridad de los padres sobre los hijos, con manifiesto debilitamiento del núcleo familiar”, ya que la nueva reforma da potestad al Gobierno para elaborar políticas y programas educativos en materia de salud sexual y reproductiva pasando por encima del derecho de los padres a decidir la formación de sus hijos. Por todo ello, los Obispos realizan un “respetuoso pero firme llamado a la responsabilidad de los legisladores ... para que no se llegue a la aprobación de tan nefasta legislación, ofensiva para Dios y los hombres de buena voluntad”. (RG) (Agencia Fides 7/11/2006 Líneas: 44 Palabras: 625)


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