AFRICA/ANGOLA - "Mayor transparencia en la gestión de los recursos del País, en particular petróleo y diamantes, condición indispensable para salir del subdesarrollo" escriben los Obispos de Angola

viernes, 3 noviembre 2006

Luanda (Agencia Fides) - "Deseosos de garantizar la dignidad humana en su plenitud, queremos con esta Carta Pastoral ofrecer nuestra contribución a una visión económica más ecuánime, eficiente, transparente y de participación, que tanto necesita nuestro País", escriben los Obispos de Angola en la Carta Pastoral "Por una justicia económica”, lanzando una fuerte llamamiento para que haya una mayor justicia económica y social. "Queriendo ayudar a identificar un recorrido más vital para nuestro País, la Iglesia recuerda a todos, los principios de la doctrina social sobre el destino universal de los bienes, con la opción preferencial por los pobres, la llamada al bien común, y a la subsidiariedad, a la participación y a la solidaridad".
En la Carta Pastoral se pone en evidencia el contraste lancinante entre las enormes riquezas naturales de las que dispone Angola, por un lado, y por otro, la pobreza abismal en la que se ve obligada a vivir la mayor parte de la población. "La realidad angoleña" escriben los Obispos "vive una gran contradicción: por un lado, somos unos privilegiados por la abundancia de agua, tierras fértiles, recursos pesqueros y muchos otros recursos naturales. Angola es el segundo productor de petróleo en África sub-sahariana y el cuarto mayor productor de diamantes del mundo. Por otro lado, somos uno de los Países más pobres del mundo en términos de desarrollo humano. Esto pone en evidencia, de modo claro, un fenómeno llamado, "paradoja de la abundancia."
La "paradoja de la abundancia” es una teoría económica que afirma que los Países dependientes de los recursos naturales se caracterizan por una economía viciada que es causa de pobreza, injusticias y conflictos. Los Obispos recuerdan en todo caso que, “Angola ha sufrido durante 30 años, una guerra civil que ha absorbido muchos de sus recursos naturales y que no sólo ha impedido las inversiones en los sectores sociales y productivos, sino que también ha destruido la mayor parte de las infraestructuras existentes."
"Cómo resultado de esta situación" continúa la Carta Pastoral "vemos que la mayor parte de nuestros hermanos viven todavía en condiciones miserables, sin vivienda, sin escuela, sin acceso a la salud, poniendo así nuestro País a niveles vergonzosos e injustificados, al 160 puesto entre los 173 Países más retrasados en el desarrollo humano."
Todo esto sobre un fondo de una profunda desigualdad social porque, subrayan los Obispos, "si la gran mayoría vive en un estado de pobreza impresionante, al mismo tiempo una pequeña minoría vive en una lujosa opulencia. El 68% de la población angoleña vive con menos de un dólar al día. Las consecuencias de tales injusticias son claramente visibles: criminalidad, violencia y prostitución."
“Pero hay motivos de esperanza" afirman los Obispos que ponen en evidencia el aumento de las entradas petrolíferas estatales, de 5,7 mil millones de dólares en el 2004 a los 10,5 mil millones del 2005. Los Obispos reafirman la necesidad de invertir las rentas petrolíferas para garantizar el futuro de las nuevas generaciones, visto que se prevé el agotamiento de los recursos petrolíferos para el 2030.
Según los responsables de la Iglesia católica hay que invertir en los servicios públicos, en particular en la escuela, salud y agricultura, creando infraestructuras, sobre todo carreteras, necesarias para revitalizar el sector, además de garantizar la asistencia social a las familias y a los ancianos. Al mismo tiempo se necesita un control democrático del gasto público. El balance estatal del 2006, por ejemplo, asigna el 10,7% de las asignaciones a la educación y salud y el 14,8% a la defensa. "En un clima de paz" escriben los Obispos, "no hay ningún motivo para que se da una disparidad tal". La Iglesia católica pide además mayor transparencia en la gestión de las rentas de la industria petrolífera y de diamantes: mantener en secreto estos datos "está en contradicción con el deber de información y por tanto el secreto relativo a las rentas de la industria de la extracción debe ser revisada según el interés del bien común". (L.M) (Agencia Fides 3/11/2006 Líneas: 50 Palabras: 687)


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