AFRICA/MAURITANIA - De 300 a 400 casos de suicidio al año: alarma en la isla de Maurizio. Una religiosa: "Las personas no se encomiendan a Dios. Nuestra vida está demasiado centrada en el trabajo y en los problemas del día a día"

viernes, 27 octubre 2006

Port Louis (Agencia Fides) - Alarma suicido en la isla de Maurizio en el océano Indico. Según el semanal católico local "La Vie Catholique", se producen entre 300 y 400 casos de suicido. Calculando que todo intento de suicidio afecta a unas treinta personas, entre familiares y amigos, las personas afectadas por el fenómeno son al menos 60.000 al año. En el caso de un estudiante es además toda la escuela la que se ve afectada. Maurizio tiene una población de 1.240.000 habitantes: es evidente el impacto que el elevado número de suicidios tiene sobre la sociedad de la isla.
El semanal cita un estudio efectuado por la psicóloga Emilie Rivet, que afirma que el 14% de las personas que se han suicidado entre el 2001 y 2004 tenían una edad entre los 12 y 20 años.
La doctora Rivet opina que "ninguna prevención o estrategia preventiva del suicidio podrá ser suficiente para combatir este problema mental que necesita una comprensión y los esfuerzos integrados que implican a numerosos ámbitos y servicios."
Otra psicóloga, Caroline Leung, explica que los jóvenes que han tenido el pensamiento de quitarse la vida son mucho más numerosos de los que han llevado a la práctica el suicidio. "Generalmente las tentativas de suicidio ocurren en contextos problemáticos: fracasos escolares, dificultades relacionales y familiares, etc"… afirma la experta.
Sor Maud Adam, que sigue de modo particular a los jóvenes en dificultad, afirma que los que han pensado en quitarse la vida tiene signos premonitorios. "En una ocasión" - cuenta la religiosa - he escuchado a una joven que quiso suicidarse. Después de haberla escuchado, entendí que debía enfrentar una situación difícil y que no lo conseguía. El único modo de salida era desaparecer". Para Suor Adam solo la escucha y la cercanía a estas personas puede hacer comprenderles que son amados y hacerles recobrar la alegría de la vida. En ese punto se pueden encontrar soluciones a los problemas que les llevan a desear el suicidio.
Según Sor Adam la causa profunda de esta oleada de suicidios es cultural y sobre todo espiritual: lo trascendente ya no hace forma del horizonte de muchas personas. "Ya no existe una dimensión espiritual fuerte y coherente" dice la religiosa. "Las personas no se encomiendan a Dios. Nuestra vida está demasiado centrada en el trabajo y en el día a día (el "metro-boulot-dodo", como se dice en Francia, o bien "tomar el metro ir a trabajar y volver a dormir"). Dios tiene la tendencia a desaparecer de la vida de las personas y convertirse en un desconocido". Según la religiosa son, paradójicamente, los presos quienes envían mensajes por medio de una emisión radiofónica, que hacen referencia a Dios con regularidad. "Para ellos es un modo de cultivar la esperanza” afirma Sr Adam.
El gobierno de Maurizio ha elaborado un plan de acción para afrontar el drama de los suicidios. El plan prevé la sensibilización y educación de las personas en peligro y generalmente de toda la población; consolidación de la campaña sobre los valores morales; promoción de mejores relaciones en el ámbito familiar; limitación del acceso a ciertos fármacos que pueden ser utilizados para suicidarse. (L.M) (Agencia Fides 27/10/2006; Líneas: 40 Palabras: 567)


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