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Lisboa (Agencia Fides) - El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) ha publicado una Nota Pastoral en la que realiza un llamamiento a los files a rechazar la liberación del aborto en el referéndum que se realizará próximamente. En efecto, el Parlamento portugués aprobó el pasado 19 de octubre la realización de un referéndum para extender las causas del aborto y despenalizarlo desde las primera diez semanas de gestación. La actual ley de 1984 impone penas de hasta tres años a la mujer que se someta a un aborto ilegal y de os a ocho años al médico que lo practique, pero admite el aborto en las primeras 12 semanas en caso de violación o si hay riesgo para la vida o la salud de la madre. El Primer Ministro portugués, José Sócrates, ha afirmado que la aprobación de esta nueva legislación es fundamental para combatir el aborto clandestino y conseguir que las mujeres que quieran abortar hasta las diez semanas de gestación no sean perseguidas ni penalizadas.
Ante esta situación, los Obispos de Portugal recuerdan en la nota que “para los fieles católicos, el aborto provocado es un pecado grave porque es una violación del 5º mandamiento: no matarás, aún cuando sea legalmente permitido”. Afirman demás que el aborto “no es una cuestión exclusivamente de moral religiosa, porque este ataca los valores universales de respeto de la vida”.
Consideran además los Obispos portugués que “la legalización no es el camino adecuado para resolver el drama del aborto clandestino” pues crea más traumas en el corazón de la mujer. Además, “el aborto no es un derecho de la mujer, pues nadie tiene el derecho a decidir si un ser humano debe vivir o no. Concluye la Nota con un llamamiento a todos los fieles y a quienes comparten esta visión de la vida a esforzarse para esclarecer las conciencias de la gente y a continuar trabajando en la defensa de la vida.
El Patriarca de Lisboa, D. José Policarpo ha emitido también un comunicado donde esclarece las declaraciones realizadas, aclarando que no ha hecho ningún llamamiento a la abstención, deseando en cambio la participación en el referéndum de todos los miembros de la Iglesia y de todos aquellos que deseen defender la vida. Recuerda el Cardenal que “la condena del aborto no es una cuestión religiosa sino de ética fundamental. Se trata de un valor universal, el derecho a la vida, exigencia de moral natural”. “Si la condena del aborto - continua el Purpurado - fuera sólo exigencia de la moral religiosa, los defensores del aborto podrían argumentar, y ya lo hacen, que las Leyes de un Estado laico no deben proteger los preceptos religiosos; les basta respetar la libertad de conciencia. De hecho, no sugeriría a nadie exigir de una Ley del Estado que afirmarse por ejemplo que los católicos tienen la obligación de ir a misa el domingo. Si nosotros luchamos por una Ley de Estado que defienda la vida humana desde su inicio es porque se trata de un valor universal, de ética natural y no sólo un precepto de la moral religiosa”.
El Patriarca de Lisboa recuerda que “la cuestión de la dignidad de la vida humana desde su inicio, es hoy tan clara, incluso desde el punto de vista científico, que uno de los objetivos a conseguir, durante el periodo de debate y esclarecimiento es, por lo menos, lanzar una duda en muchos que, tal vez sin haber profundizado en esta cuestión, estarían inclinados a decir 'si' a la propuesta de Ley del referéndum. Pienso sobre todo en el electorado más joven”. (RG) (Agencia Fides 25/10/2006 Líneas: 43 palabras: 645)
