VATICANO - El Papa Benedicto XVI en la universidad Lateranense: " Dios es la verdad última a la que toda razón tiende naturalmente … Dios no es una palabra vacía ni una hipótesis abstracta; por el contrario, es el fundamento sobre el que construir la propia vida "

lunes, 23 octubre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Estoy feliz de estar aquí en "mi" Universidad, porque ésta es la universidad del Obispo de Roma. Sé que aquí se busca la verdad y así, en último análisis, se busca a Cristo, porque es Él la Verdad en persona": esta son las primeras palabras pronunciadas por el Santo Padre Benedicto XVI en la plaza de ingreso de la Pontificia Universidad Lateranense, dónde ha estado la mañana del sábado 21 de octubre, al inicio del nuevo Año Académico. "El mundo necesita la verdad. Sin verdad no hay libertad, no estamos todavía completamente en la idea originaria del Creador" ha dicho el Papa antes de entrar en la universidad. Después de la visita a la nueva Capilla y de la bendición de la nueva Biblioteca del Ateneo, el Papa ha hecho su entrada en el Aula Magna renovada dónde, ante la presencia de Cardenales, Obispos, Autoridades Civiles, Docentes y Estudiantes, fue saludado por el Card. Camillo Ruini, Gran Canciller, y por el Rector Magnífico, Su Exc. Mons. Rino Fisichella.
“Me es particularmente agradable poder compartir con vosotros el inicio del año Académico" ha dicho el Santo Padre al inicio de su discurso. "Recuerdo con placer mi última visita al Laterano y, como si no hubiera pasado el tiempo, quisiera recordar el tema de entonces, como si lo hubiésemos interrumpido tan sólo por algunos breves instantes” ha continuado el Papa Benedicto XVI. "Un contexto como el académico invita de modo completamente peculiar a entrar de nuevo en el tema de la crisis de cultura e identidad, que estas décadas plantean sin dramatismo a nuestros ojos."
El Papa ha evidenciado como la universidad es "uno de los lugares más cualificados para intentar encontrar los caminos oportunos para salir de esta situación", ya que aquí se custodia la riqueza de la tradición que permanece viva en los siglos… en ella se puede ilustrar la fecundidad de la verdad cuando es acogida en su autenticidad con ánimo sencillo y abierto", aquí además “se forman las nuevas generaciones, que esperan una propuesta seria, laboriosa y capaz de dar respuesta en nuevos contextos a la perenne pregunta sobre el sentido de la propia existencia."
Hoy se tiende a olvidar "que toda ciencia debe siempre salvaguardar al hombre y promover su tensión hacia el bien auténtico - ha continuado el Santo Padre -. Dejarse llevar del gusto del descubrimiento sin salvaguardar los criterios que vienen de una visión más profunda haría caer fácilmente en el drama de que hablaba el mito antiguo: el joven Icaro, llevado por el gusto al vuelo hacia la libertad absoluta y despreocupada de las llamadas del viejo padre Dedalo, se acerca cada vez más al sol, olvidando que las alas con que se levantaba hacia el cielo eran de cera. La caída ruinosa y la muerte son el pago a esta ilusión. La antigua fábula tiene una lección de valor perenne. En la vida hay ilusiones, de las que uno no se puede dejar arrastrar, sin el peligro de consecuencias desastrosas en la existencia propia y de los otros”.
La tarea del docente universitario es "no solo buscar la verdad y suscitar su perenne estupor, sino también promover su conocimiento y defenderla de interpretaciones restrictivas y alteradas". Aprender la verdadera esencia de las cosas es la tarea que la universidad debe realizar, pasando "por el estudio y la búsqueda, en espíritu de paciente perseverancia. Este trabajo costoso habilita para entrar progresivamente en el corazón de las cuestiones y abre la pasión por la verdad y la alegría por haberla encontrado". Además el Papa ha indicado como "escenario indispensable donde situar los interrogantes que la mente suscita", el silencio y la contemplación. "Dios es la verdad última a la que toda razón tiende naturalmente, solicitada por el deseo de cumplir hasta el final el recorrido que se le ha asignado - ha concluido el Papa Benedicto XVI -. Dios no es una palabra vacía ni una hipótesis abstracta; por el contrario, es el fundamento sobre el que construir la propia vida". (S.L) (Agencia Fides 23/10/2006, Líneas: Palabras:


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