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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Testimoniar la alegría de ser cristianos” es la cosigna que el Santo Padre Benedicto XVI ha confiado a los fieles de las diócesis de Romagna recibidos en audiencia el 7 de octubre en el aula Pablo VI en el Vaticano. "A tal fin - ha añadido el Papa - continuad e intensificad la comunión eclesial y sed protagonistas generosos de la misión evangelizadora que el Señor os confía". La peregrinación a Roma se ha realizado para recordar la visita pastoral que realizó por aquella tierra el Papa Juan Pablo II en mayo de hace 20 años. "Sus palabras han quedado impresas en vuestro corazón y en vuestra memoria - ha dicho el Papa Benedicto XVI -. El recuerdo de su valiosa enseñanza constituye, por tanto, una especial oportunidad para vuestras bellas y vivas Comunidades diocesanas; es un estímulo a la reflexión y a la profundización de la comunión afectiva y efectiva entre todos los miembros de las correspondientes Iglesias particulares; es una invitación a caminar unidos a vuestros Pastores y al Sucesor de Pedro; es un estímulo para los miembros de vuestras Diócesis a continuar, con renovado impulso, la común misión evangelizadora, testimoniando el Evangelio de la esperanza en esta nuestra época."
Llevar a cabo este laborioso mandato misionero solamente es posible "gracias a la ayuda de Dios y a la valorización convencida y valiente del patrimonio espiritual que la población romagnola ha sabido salvaguardar y defender en el curso de los siglos" ha recordado el Santo Padre quien, recordando las palabras de su Predecesor, ha invitado a no desanimarse frente a las dificultades: "Pienso en las crisis que amenazan a tantas familias, a la creciente necesidad de vocaciones sacerdotales y religiosas frente a la preocupante disminución numérica y al envejecimiento de los sacerdotes; pienso en las numerosas insidias de una sociedad consumista y secularizada, que intenta seducir a un número cada vez mayor de personas, induciéndolas a padecer una progresiva separación de los valores de la fe en la vida familiar, civil y política". Tales desafíos deben ser afrontados sin desanimarse, mirando con confianza los numerosos motivos de esperanza que gracias a Dios no faltan. Hay, por ejemplo, muchas personas deseosas de dar un sentido y un valor sólido a su propia existencia, hombres y mujeres interesadas en una fuerte y sincera búsqueda religiosa". Repitiendo las palabras que Juan Pablo II dijo a los jóvenes hace 20 años, el Papa Benedicto XVI ha concluido: "Este es el momento de vivir en plenitud la dicha de ser cristianos. Testimoniad esta alegría ante el mundo, porque Cristo camina siempre a vuestro lado". (S.L) (Agencia Fides 9/10/2006 - Líneas: 34 Palabras: 481)
