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Jaffna (Agencia Fides) - Hay quehacer todo lo necesario para asegurar la instrucción a los niños y jóvenes tamiles, a pesar del conflicto en curso. Los militares gubernativos y las fuerzas de los rebeldes deben hacer que las consecuencias de la guerra no recaigan sobre los niños, y garantizar la posibilidad que sigan frecuentando las escuelas: es el llamamiento, que ha llegado a la redacción de la Agencia Fides, lanzado por el Obispo de Jaffna, Mons. Thomas Savundaranayagam.
"En el conflicto en curso - escribe el Obispo - hemos perdido nuestra tierra, nuestras casas, nuestros padres, nuestros jóvenes, nuestra salud, también nuestra dignidad. Hemos perdido nuestra libertad de pensamiento y expresión. Los padres tienen que luchar para sobrevivir a la evacuación, para hacer frente a graves dificultades económicas y el peligro por la vida de sus hijos, a causa de los enfrentamientos entre gobierno y rebeldes. Pero el pueblo tamil no ha perdido nunca de vista la importante instrucción de sus propios jóvenes. Reconocen que la educación es la clave para todo progreso."
El Obispo pide que no se “regatee” respecto a la instrucción, que nos e impida a los niños frecuentar las escuelas, para que la guerra no tenga efectos desastrosos sobre toda una generación. Según los observadores, la calidad de la instrucción es la "primera víctima" del conflicto que ha atravesado las regiones del Norte y este del Sri Lanka durante años y que ha vuelto con intensidad en los últimos meses.
El mensaje de Mons. Thomas concluye con dos peticiones, que aspiran a restablecer las condiciones mínimas para hacer que se recupere el sistema de la instrucción en Jaffna: "Pedimos a la Unión de Estudiantes - que había advertido a los chicos que no se acercaran a las escuelas - que cambien su posición y permitan el regular funcionamiento de los institutos. Pero también pedimos al gobierno que no imponga el toque de queda en las horas de clase, de modo que los chicos puedan frecuentar la escuela”.
Mientras tanto en Sri Lanka continúan los enfrentamientos entre ejército regular y militantes tamil, con gran sufrimiento de la población civil. El conflicto, que se ha reanudado con los primeros episodios de violencia a principios del 2006, ha crecido lentamente en intensidad y - a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional y la mediación noruega - se ha convertido con el pasar de los meses, en una auténtica guerra. La Iglesia local está muy preocupada y ha lanzado numeroso llamamientos pidiendo el alto al fuego y la reanudación de las negociaciones que, después de la última tregua de febrero de 2002, quedaron bloqueados en abril del 2003. (PA) (Agencia Fides 6/10/2006 Líneas: 33 Palabras: 457)
