AMERICA/ARGENTINA - “No podemos callar, ni dejar de movilizarnos para expresar nuestro firme y claro rechazo al aborto”: Carta del Arzobispo de Santa Fe para el día de la Familia y el día de la Madre

lunes, 2 octubre 2006

Santa Fe (Agencia Fides) - Mons. José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de Vera Cruz ha escrito una Carta Pastoral sobre el drama aborto a todos sus fieles, con motivo del mes de Octubre, mes en que la Iglesia en Argentina celebra el día de la Familia y el día de la Madre. Considera Mons. José María que el tema del aborto “no es un tema sólo de fe, sino de una realidad que pertenece al ámbito de los derechos humanos que deben ser tutelados por la misma sociedad” y, por ello, “no podemos callar, ni dejar de movilizarnos para expresar nuestro firme y claro rechazo al aborto”.
Recuerda el Arzobispo en su Carta que cuando “no se parte de la realidad de la vida como un dato objetivo comprobable científicamente, y frente al cual no se puede admitir la gradación del más o menos”, se pierde vista la realidad de las cosas en este campo. En el caso de estos seres humanos nos encontramos ante seres que son dependientes y frágiles pero “esta fragilidad no disminuye, sin embargo, su grandeza en el orden del ser, que es lo que determina su condición de sujeto de derechos. Por ello debemos afirmar y defender que el primer derecho del hombre es el derecho a la vida”.
En este mismo sentido afirma el Arzobispo de Santa Fe que “la fuente última de los derechos humanos no depende de la voluntad o libertad de ninguna persona, ni reside en poder del Estado ni en la promulgación positiva de sus leyes, sino sólo en la dignidad del mismo hombre que le es connatural a su propia vida y que es igual en toda persona”. Derechos que son inviolables e inalienables y están presentes en todos los seres sin excepción de tiempo lugar o sujeto.
Refiriéndose al llamado derecho a la libre elección que tanto se esgrime como un derecho absoluto que no admitiría límites, recuerda el Arzobispo que la libertad tiene un límite: “los derechos que emanan del otro o de un ordenamiento jurídico, en este caso la vida concebida que se convierte en una realidad que vincula y compromete”. Concluye su carta afirmando que “la opción por el aborto desconoce la dignidad e inviolabilidad de la vida que tiene su fundamento en el orden del ser, que es el fundamento de la justicia” y por tanto, “estamos ante un tema que no podemos desatender, debemos dar razones de lo que proclamamos y defendemos, sin complejos, pero con la certeza que nos da la fe y la razón, que no se oponen sino que se complementan y ayudan, como así también con el debido respeto a las personas”. (RG)


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