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Roma (Agencia Fides) - "La Iglesia está creciendo, el número de fieles está en aumento y cada año se crean nuevas parroquias. Pero al mismo tiempo debemos enfrentarnos a algunos desafíos siempre nuevos porque los problemas de la población son los nuestros, como las catástrofes naturales" dice a la Agencia Fides el P. Joseph Mpinganjira, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Malawi, que se encuentra en Roma para la visita ad limina. "En los últimos tres años Malawi ha sufrido una carestía grave que puesto en peligro la vida de casi la mitad de la población del País" continúa el p. Joseph. "Gracias a la ayuda de organizaciones como Caritas Internationalis y a otros organismos católicos hemos conseguido ofrecer una ayuda concreta a la población. Nuestra preocupación actual es conseguir que las personas puedan afrontar nuevas emergencias alimentarias con sus propios medios, sin depender de ayudas externas."
Otro problema muy grave es la difusión del virus VIH y del SIDA" afirma el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Malawi. "Son demasiadas las personas que mueren cada día a causa de la pandemia. También muchos católicos están infectados del virus. En este sentido podemos decir por desgracia, que también la Iglesia, en cuanta comunidad de personas, está infectada por este terrible morbo. Pero la Iglesia misma ha producido anticuerpos para buscar al menos limitar los daños del VIH. Me refiero a los hospitales de los misioneros que atienden a las personas afectadas por el virus, a los orfanatos que acogen a los niños que han perdido a sus padres a causa de la enfermedad."
Están luego los seropositivos que han perdido el trabajo. Intentamos crear una ocupación para estas personas, que no han desarrollado todavía la enfermedad, pero que están perdiendo la esperanza y la dignidad porque se encuentran sin un empleo."
“Nos encontramos también con el problema de las personas que no han sido infectadas: ¿cómo podemos prevenir una ulterior difusión de la enfermedad, especialmente entre los jóvenes"? se pregunta el p. Joseph. "La única prevención enseñada en el País es el empleo del preservativo. Pero esta no es la respuesta. Hay que cambiar el comportamiento sexual de las personas, haciéndoles entender la importancia de la sexualidad vivida de modo responsable y en una verdadera dimensión de amor según el diseño de Dios."
Por lo que concierne al futuro de la misión en Malawi, el p. Joseph dice: "Mirando el pasado no podemos no reconocer el papel fundamental desarrollado por los misioneros en nuestro País. Pero ahora vemos una fuerte disminución de su presencia. La Iglesia local debe asumir su papel. Esto presupone la promoción de las vocaciones locales. Hemos visto un gran éxito en este campo: las vocaciones están en crecimiento. Pero existe el problema de la formación de los nuevos sacerdotes. Necesitamos recursos para mantener los seminarios locales. Es un desafío que debemos afrontar en primer lugar nosotros, desde la Iglesia local."
En el plano de las relaciones entre los diversos credos, el Secretario General de la Conferencia Episcopal afirma: "tenemos óptimas relaciones con las otras confesiones cristianas presentes en Malawi. Las mismas catástrofes que han golpeado el País en los últimos años nos han ayudado a unirnos más buscando ayudar a la población”.
"Con los musulmanas hay dos aspectos que debemos considerar" dice el p. Joseph. "Con el Islam tradicional no hay problemas. Pero hay elementos fanáticos, que reciben financiaciones del extranjero que tienen una actitud de desafío en particular respecto a la Iglesia católica, sobre todo por medio de la propaganda extremista difundida por algunas radios. La Iglesia católica debe desarrollar una estrategia pacífica para dar respuesta a este desafío, defendiendo su propia razón”. (L.M) (Agencia Fides 29/9/2006 Líneas: 47 Palabras: 647)
