AMERICA/COLOMBIA - Premiado por la UNESCO un misionero de la Consolata por su contribución a la paz a través de la "Escuela de perdón y reconciliación"

Bogotá (Agencia Fides) - Un misionero de la Consolata (IMC), el colombiano padre Leonel Narváez Gómez, ha sido condecorado en los días pasados en París, con la Mención de honor del premio UNESCO de Educación a la paz 2006. El importante reconocimiento se debe a la valiosa contribución que el padre Leonel y su grupo han dado y ofrecen cada día en la construcción de la paz en Colombia por medio del innovador proyecto denominado Espere (Escuela de Perdón y Reconciliación) administrado por una Fundación que tiene sede en la casa provincial de los Misioneros de la Consolata de Bogotá.
El Padre Leonel, que ha estudiado sociología en Cambridge y teología en Harvard, está convencido de que "no es posible dar un futuro a Colombia si no se enseña a perdonar en profundidad, si no se apagan los focos de rencor, odio y venganza que cada uno lleva en el corazón". El objetivo de Espere es enseñar a la gente el perdón y la reconciliación del mensaje cristiano: padre Leonel ha comprendido que no bastaban análisis culturales y técnicas sofisticadas para desarraigar el odio, sino que hacia falta bajar en profundidad, a las raíces del rencor, y centrarse en los temas del perdón y de la reconciliación, ignorados durante mucho tiempo por las ciencias sociales.
Después de una experiencia de algunos meses con una decena de profesores nació la metodología practicada en Espere, que es puesta hoy en práctica en diversos puntos del territorio colombiano y es continuamente perfeccionada gracias a la aportación de un team de psicólogos voluntarios. Los cursos de Espere implican a una veintena de personas, de todos los estratos sociales, que son invitadas luego a repetir el itinerario formativo en su entorno, en pequeños grupos de 4-5 personas. "El camino que proponemos tiene un efecto sobre las personas que no dudo en definir como catártico - ha explicado el padre Leonel - porque las ayuda a liberarse de la rabia y el rencor que, cuando se acumula, se transforman en veneno y arruinan, a veces definitivamente, la existencia de una persona". (S.L) (Agencia Fides 28/9/2006, Líneas: 27 Palabras: 372)