AFRICA/CHAD - “No tenemos elección”: es deber nuestro como cristianos intervenir para salvar a nuestros hermanos islámicos" dice el Arzobispo de N'Djamena comentando la presencia de 200.000 refugiados del Darfur en Chad

miércoles, 27 septiembre 2006

Roma (Agencia Fides) - "Obramos en una situación no fácil pero la esperanza de un futuro mejor no nos ha abandonado nunca" dice a la Agencia Fides Mons. Matthias N'Gartéri Mayadi, Arzobispo de N'Djamena, capital de Chad, que se encuentra en Roma con motivo de la visita ad limina.
"Chad se encuentra en una situación de guerra desde 1965 con la primera rebelión y desde hce 4 años hemos tenido un recrudecimiento de la guerrilla en la parte este del País. El 13 abril de este año hemos vivido momentos dramáticos cuando los rebeldes penetraron en de la capital de donde luego fueron expulsados" explica el Arzobispo. "Como Iglesia nos sentimos comprometidos en la reconciliación nacional: queremos contribuir a llevar la paz entre todos los ciudadanos tanto dentro como fuera del País, entre el gobierno, los rebeldes y la oposición política. Y es este el sentido de nuestra declaración publicada poco antes de las últimas elecciones, en la que pedíamos a todos los responsables políticos y militares que dieran prueba de moderación para preservar la vida de las personas, la paz y la concordia nacional" (ver Fides 3 de mayo de 2006).
Mons. Mayadi también subraya como "la guerra ha acentuado la disgregación entre las etnias. Si los rebeldes están divididos entre ellos y no han conseguido crear una frente única es precisamente a causa de las divisiones étnicas y regionales. También este nos lleva a reafirmar nuestro compromiso por superar las divisiones del País con vistas a la consolidación de la unidad y la paz duradera. Uno y otro están íntimamente conectados: sin una paz definitiva no podrá nunca haber unidad nacional."
Otra grave emergencia en el País son los 200.000 refugiados procedentes del Darfur, oeste de Sudán, que se encuentran en los campos prófugos del este de Chad. La Iglesia está en primera línea para llevar ayuda a estas personas explica el arzobispo de N'Djamena: "desde el principio de la emergencia la única organización nacional capaz de administrarla ha sido Sécadev (Caritas chadiana) al que hemos dado el encargo de administrar dos campos para refugiados. Junto a la Sécadev trabaja también el Jesuit Refugees Service, sobre todo por los que concierne a la educación de los niños de los dos campos, a los que se sumará pronto un tercero. Se nos ha pedido en efecto, incrementar nuestra presencia dado el continuo flujo de refugiados. Estamos reflexionando sobre como dar respuesta del mejor modo posible a los nuevas peticiones de asistencia que nos llegan del este del País."
"A pesar de nuestros recursos limitados" - continúa el arzobispo - "estamos convencidos de que sea extremadamente importante dar una respuesta concreta a estas peticiones de ayuda porque hay vidas humanas en peligro. Alguien podría pensar que entre los refugiados hay cristianos. Por el contrario no son cristianos: los refugiados del Darfur son todos musulmanes. Ésta es pues una ocasión para demostrar una vez más que la Iglesia católica no toma partido contra una religión o una etnia. Nosotros intervenimos porque hay vidas humanas en juego. Cuando alguien sufre para nosotros es Cristo que nos llama en su ayuda. No tenemos por tanto elección: es nuestro deber como cristianos intervenir para salvar a nuestros hermanos islámicos."
"Las relaciones con los musulmanes no son ni buenas ni malas. Deseamos relaciones mucho más fraternas como ocurre, por ejemplo, en el África occidental, o también en nuestro cercano Níger o en Burkina Faso" dice Mons. Mayadi.
Según el Arzobispo de N'Djamena, los misioneros tienen todavía mucho que hacer en Chad: "Desde 1957 en que fue ordenado el primer sacerdote del Chad hasta hoy han sido ordenados cerca de 150 sacerdotes locales, de los que están todavía en activo alrededor de un centenar. Los misioneros han desarrollado un papel esencial en fundar la Iglesia en Chad. Creo que todavía es fundamental su presencia, sobre todo para testimoniar la universalidad de la Iglesia católica. Ver a un misionero europeo o incluso ahora ya también asiático, latinoamericano, o también de otro País africano, ayuda a nuestros fieles a sentirse parte de la gran familia que es la Iglesia universal". (L.M) (Agencia Fides 27/9/2006 Líneas: 50 Palabras: 713)


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