VATICANO - Seminario de estudio para los Obispos - “El Obispo y la vida consagrada": la relación del Card. Franc Rodé

jueves, 21 septiembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En los últimos años la relación del Obispo con los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica ha sido objeto a menudo de reflexiones y discusiones. En particular después del Concilio Vaticano II “se ha advertido la exigencia de dar a la vida consagrada un papel más claramente eclesial, capaz de favorecer su inserción orgánica en la vida de las iglesias locales y a la vez garantizar la fidelidad dinámica al carisma propio de cada Instituto de vida consagrada o Sociedad de vida apostólica". El Card. Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica ha intervenido en el Seminario de estudio para Obispos de reciente nombramiento promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, presentando una relación dedicada a la relación entre el Obispo y la vida consagrada.
Refiriéndose a las indicaciones de los últimos documentos eclesiales, el Card. Rodé ha resumido la identidad de la vida consagrada en la Iglesia: “Cristo mismo quiso esta forma estable de vida en la Iglesia, para que ella hiciera de algún modo presente la forma de vida que él eligió para si, indicándola a todos los fieles como valor absoluto y escatológico; no puede ser considerada de un modo sencillo y reductivo como una realidad accesoria, sino realmente y sin ninguna duda una de las estructuras fundamentales y constitutivas de la Iglesia en su esencia y naturaleza".
El Card. Rodé ha presentado después la situación numérica actual. Los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica aprobadas por el Dicasterio, por tanto de derecho pontificio, son 1.788. A éstas se deben añadir cerca de 2.200 Institutos de derecho diocesano y las Asociaciones de fieles instituidas por los Obispos. Los religiosos sacerdotes son 137.058, los miembros de Institutos seculares sacerdotes son 3.581, los religiosos diáconos permanentes 524, los religiosos profesas 55.030, los miembros de los Institutos seculares laicos 280, con un total de hombres consagrados equivalente a 196.473. Las monjas son 47.626, las religiosas 767.459, las consagradas en los institutos seculares 21.006, con un total de 836.091 mujeres consagradas. Todas las personas consagradas son 1.032.564 y trabajan en los diversos ámbitos de la Iglesia y de la sociedad: el mundo de la educación y la escuela, la asistencia y la promoción humana… en la actualidad "aumentan considerablemente los religiosos y religiosas de origen asiático y africano - ha subrayado el Cardenal -, mientras envejecen y pierden peso los de origen europeo y norteamericano. Se este modo se perfila una nueva distribución geográfica de la vida consagrada… ".
Ilustrando el servicio del Obispo a la vida consagrada, el Card. Rodé ha puesto en evidencia su tarea de promover la vida consagrada en sus diversas formas; ocuparse de su fidelidad evangélica y carismática; aceptar, corregir, orientar y coordinar la actividad pastoral; respetar y defender la autonomía de vida y gobierno.
El Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica ha pasado después revista a las diversas formas de vida consagrada subrayando el tipo de relación que el Obispo debe tener con los monasterios y conventos, los presbíteros consagrados, mujeres consagradas, miembros de Institutos seculares, vírgenes consagradas. En particular el Card. Rodé se ha detenido a ilustrar los criterios que acompañan el nacimiento de las nuevas fundaciones, "que testimonian la perenne vitalidad del Espíritu en la Iglesia y la gran variedad con que Él llama a seguir Cristo, casto, pobre y obediente". En la parte final de su relación, el Card. Rodé ha hablado de las relaciones con el Dicasterio del que es Prefecto y de los organismos eclesiales de participación.
En la conclusión el Cardenal ha recordado que "la Iglesia en estos primeros años del tercer milenio está llamada con fuerza desde los últimos Sínodos de los Obispos a renovar las razones de la esperanza a través de una más fuerte tensión hacia la comunión". En el Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos hay indicaciones precisas respecto a la normativa canónica y las atenciones necesarias en las múltiples formas de cooperación pastoral con los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica. "Sin embargo - ha concluido el Card. Rodé - la colaboración de los consagrados y las consagradas a la vida de la diócesis y a los diversos instrumentos para sustentar la comunión eclesial, necesita ser constantemente vivificada por la esperanza y sustentados por la caridad". (S.L) (Agencia Fides 21/9/2006; Líneas: 54 Palabras: 766)


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