VATICANO - Seminario de estudio para Obispos - Su Exc. Mons. Giovanni Lajolo ilustra el tema "La Santa Sede y las relaciones con los Estados"

martes, 19 septiembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Hablar de la Santa Sede y de las Relaciones con los Estados quiere decir hablar de la diplomacia pontificia, un tema que, a primera vista, parece distante de vuestra misión pastoral, pero sólo a primera vista, porque toda la acción de la diplomacia pontificia es exquisitamente pastoral". Ha afirmado Su Exc. Mons. Giovanni Lajolo, Presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 15 de septiembre, después de haber revestido el cargo de Secretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado a los Obispos de nuevo nombramiento de los territorios dependientes de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos presentes en Roma para el Seminario de estudios.
El arzobispo se ha detenido en ilustrar la naturaleza y funciones del Nuncio Apostólico, indicado con frecuencia como "Embajador Papal" o “Vatican Ambassador's". "Tal título no es errado, pero puede inducir a error, en cuanto se piensa a menudo que los Nuncios Apostólicos son representantes del Papa como Soberano de la Ciudad del Vaticano… en realidad los Nuncios Apostólicos son representantes del Romano Pontífice… que es 'el Jefe del Colegio Episcopal, el Vicario de Cristo y el Pastor en la tierra de la Iglesia Universal' (Can 331 CDC); el Romano Pontífice (Can. 362) tiene el derecho nativo e independiente, (reconocido desde siempre por la comunidad internacional), de nombrar a sus Legados sea ante las Iglesias particulares de las diversas naciones, sea ante los Estados. La referencia esencial, constitutivo de los Nuncios Apostólicos es pues el Papa con las características ya indicadass, no el Papa en cuánto Soberano de la Ciudad del Vaticano."
La primera función del Representante Pontificio es la de ser "instrumento de unidad eclesial”, "hacer cada vez más firmes y eficaces los vínculos de unidad que se dan entre la Sede Apostólica y las Iglesias particulares" (Can 364). Dada esta función, el Representante Pontificio está también al servicio de la unidad de la gran familia humana: "la Iglesia en efecto, tiene como misión ser instrumento y signo de la unidad de todo el género humano".
Por medio de los contactos con los Obispos, las instituciones eclesiásticas, los sacerdotes y los laicos de los países en los que son enviados, los Nuncios Apostólicos están llamados a conocer bien la situación de la Iglesia local, de modo tal que el Santo Padre y los Dicasterios de la Curia romana puedan desarrollar del mejor modo posible su ministerio. Entre las demás misiones del Nuncio Apostólico que se deducen del Código de Derecho Canónico, Mons. Lajolo se ha detenido en el compromiso para el diálogo ecuménico e interreligioso: "Ya antes de que se alcancen sus finalidades religiosas, el hecho de desarrollarse como dialogo amigable y constructivo, contribuye a la cohesión social, a la unidad interior, moral y espiritual de un pueblo". Y además el Nuncio debe trabajar por promover la paz, el progreso y la cooperación entre los pueblos: "Todos los Embajadores son hombres de paz… el Nuncio Apostólico lo es no solo por empeño profesional, sino por vocación eclesial, religiosa". El Nuncio Apostólico debe afrontar también las cuestiones que conciernen a las relaciones entre Iglesia y Estado, la estipulación y la realización de los concordatos y otras convenciones. "La diplomacia vaticana tiene, por así decir, un alma esencialmente religiosa - ha subrayado el Arzobispo Lajolo - y todo lo que en ella puede considerarse 'político' no tiene en realidad un sentido secular, mundano, sino espiritual".
Mons. Lajolo ha ilustrado la actual presencia diplomática de la Santa Sede: los Países que mantienen plenas relaciones diplomáticas con la Santa Sede son 174 a los que se añade la Soberana Militar de Malta; las representaciones pontificias ante los Estados con un Nuncio Apostólico establemente domiciliado son 101; las representaciones de la Santa Sede ante las Organizaciones internacionales son 15. El arzobispo ha indicado después algunos de los puntos focales de la actual acción diplomática de la Santa Sede, y ha concluido afirmando que "la diplomacia vaticana es la diplomacia del Papa. Ella quiere ser un instrumento dócil, fiel, en todo atento a las indicaciones del Vicario de Cristo, buscando siempre interpretar sus preocupaciones cotidianas, así como trabajar para la realización de sus grandes visiones". (S.L) (Agencia Fides 19/9/2006; Líneas: 52 Palabras: 744)


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