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Budapest (Agencia Fides) - Con una consigna laboriosa, proyectada al futuro, al 2009, ha concluido la gran manifestación que el sábado 16 de septiembre ha visto reunirse en Budapest a más de 11.000 personas de 64 Países de los 5 continentes, para la Manifestación internacional promovida por el Movimiento de los Focolares en el 50° aniversario de los trágicos sucesos de Hungría. El objetivo era mostrar el impacto innovador de la fraternidad en el mundo económico y de la comunicación y los intentos de respuesta a la plaga difusa de la ilegalidad y la corrupción, y a la crisis de la política.
"Ahora el desafío pasa a cada uno de nosotros: nuestros Países, nuestras ciudades nos esperan!", han anunciado Valeria Ronchetti y Giuseppe Di Giacomo, de entre los más estrechos colaboradores de Chiara Lubich. La consigna es actuar la fraternidad para renovar nuestras ciudades. “Chiara Lubich ha tenido una idea: ¿por qué no conectar dentro de tres años, en un preciso día del 2009, todas nuestras ciudades en una red que muestre los numerosos fragmentos de una fraternidad realizada?” La manifestación ya tiene un título: "Muchas ciudades unidas hacia el mundo unido". Una propuesta que ha sido acogida con gran entusiasmo.
La justicia, comunicación y la política han sido los temas centrales de la última parte de la manifestación. Simón Borg, docente de derecho internacional en la universidad de Lovanio, en Bélgica, ha afirmado: la justicia no es sólo represión. El sentido de la fraternidad lleva a hacerse cargo de las situaciones de sufrimiento social, afanarse por eliminar sus causas, no callar ante las injusticias. Marisa Gentiletti, argentina, madre de dos hijos, ha visto de repente desaparecer al nieto de 8 años. En un País dónde existe un vacío legal que no garantiza la inmediata intervención de la policía, Marisa ha puesto en marcha una amplia campaña de concienciación e iniciativas concretas para defensa a los menores.
Otro desafío: el de la comunicación. Fraternidad, en este campo crucial, significa un modelo de comunicación que tiene como objetivo el mundo unido. El presupuesto es el valor de la dignidad humana; el método es el diálogo, la regla es el amor, que puede transformar radicalmente la comunicación. Estos han sido algunos de los trazos delineados por Manuel Bru, docente de la universidad San Pablo - CEU de Madrid, España.
La fraternidad también abre un nuevo horizonte al mundo de la política, con la experiencia del Movimiento político por la unidad (Mppu), hoy presente en 15 Países. Ha sido definido como "un laboratorio internacional de trabajo político común, entre ciudadanos, funcionarios, estudiosos, políticos, empleados a diversos niveles, de inspiraciones y partidos diferentes, que ponen la fraternidad en la base de su vida". Lucia Fronza Crepaz, Presidente del Mppu, ha ilustrado los objetivos y concretizaciones. "Elegir la fraternidad universal como categoría política - ha dicho - quiere decir tener el ánimo de ir a la raíz de la crisis que se da hoy en la política".
De esta ciudad de Budapest, que vivió horas dramáticas marcadas por la violencia en el 56, a 50 años de distancia, surge un nuevo impulso de renovación, de fraternidad, de esperanza que se irradiará en centenares de ciudades de los 5 continentes. (S.L) (Agencia Fides 18/9/2006, Líneas: 42 Palabras: 578)
