VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Baviera - "Es responsabilidad de los cristianos, en esta hora, hacer visibles las orientaciones de un vivir justo, que nos han sido dadas en Jesucristo”

jueves, 14 septiembre 2006

Regensburg (Agencia Fides) - Al término del encuentro con los representantes del mundo de la ciencia en la universidad de Regensburg, el Santo Padre Benedicto XVI se ha acercado a la Catedral de Regensburg para la Celebración Ecuménica de las Vísperas. Han participado representantes de diversas Iglesias y comunidades eclesiales de Baviera, representantes de la Iglesia Luterana y de la Iglesia Ortodoxa bávara y miembros de la Comisión ecuménica de la Conferencia Episcopal Alemana.
En su homilía el Santo Padre ha dicho: "Esta es una hora de gratitud por el hecho que podemos recitar juntos los salmos, y al dirigirnos al Señor podemos crecer al mismo tiempo en la unidad entre nosotros". Después de haber saludado a los representantes de las diversas Iglesias y Comunidades presentes, señalando los progresos y las iniciativas en el campo ecuménico, entre ellos, la próxima reanudación en Belgrado del diálogo teológico sobre el tema fundamental de la koinonia-comunión, el Papa Benedicto XVI ha comentado el pasaje de la Carta de San Juan proclamada poco antes destacando tres afirmaciones.
"El tema central de toda la Carta aparece en el versículo 15: "Quien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios "… Juan destaca la confesión que, en el fondo, nos distingue como cristianos: la fe, es decir, en el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios venido en la carne.... En la época de los encuentros multirreligiosos estamos fácilmente tentados de atenuar un poco esta confesión central o incluso esconderla. Pero con ello no prestamos un servicio al encuentro, ni al diálogo. Con eso solamente hacemos menos accesible Dios, para los otros y para nosotros mismos".
El segundo argumento se encuentra en el versículo 14: "Nosotros hemos visto y damos testimonio que el Padre envió a su Hijo como el Salvador del mundo". "La confesión debe convertirse en testimonio - ha subrayado el Papa -. El testigo de Jesucristo debe afirmar su testimonio con toda su existencia, con la vida y con la muerte". El autor de la Carta puede ser testigo porque "ha visto", sin embargo también nosotros - las generaciones siguientes - "somos capaces de ver y de dar testimonio como personas que han visto, dar testimonio.. … Ser testigo de Jesucristo significa por encima de todo dar testimonio de un determinado modo de vida. En un mundo lleno de confusión debemos nuevamente dar testimonio de los criterios que tornan la vida verdaderamente vida".
La tercera palabra que el Santo Padre ha puesto en relieve es "ágape - amor". "El amor como enseña Juan, no tiene nada de sentimental y ni de exaltado; es totalmente algo de sobrio y realista… es verdaderamente la síntesis de la Ley y los Profetas. En el amor todo se “plenifica”, pero este todo debe ser cotidianamente “plenificado”. (S.L) (Agencia Fides 14/9/2006 - Líneas: 37 Palabras: 500)
Discurso del Santo Padre, en alemán e italiano
http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=596


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