VATICANO - Seminario de estudio para Obispos - “Evangelizar la cultura es la misión de la iglesia en la historia” recuerda el Card. Paul Poupard

jueves, 14 septiembre 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El ministerio del Obispo en relación con la evangelización de la cultura: es el tema sobre el que ha hablado el Card. Paul Poupard, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y del Consejo Pontificio para el Dialogo Interreligioso, en la relación presentada el 13 de septiembre en el seminario de estudio de los Obispos de nuevo nombramiento promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El Papa Pablo VI en la “Evangelii nuntiandi” dijo claramente que la evangelización parte siempre de la persona y se dirige siempre a la persona. Pero los evangelizadores dependen de su cultura y también los evangelizandos están inmersos en su cultura. Estas culturas pueden ser un apoyo o bien un obstáculo al anuncio del evangelio. “Una de las mayores desafíos que la iglesia debe afrontar hoy, y que con regularidad se trata en todos los Sínodos de Obispos en los que he participado desde hace ya 25 años, es el de la inculturación del Evangelio” ha dicho el Cardenal Popupard. “Evangelizar las culturas es la misión de la iglesia en la historia. La labor que siempre ha realizado a través de sus miembros y que busca continuar bajo el soplo del Espíritu de Jesucristo, a partir de las alegrías y esperanzas pero también de las tristezas y angustias que suscitan los nuevos desarrollos de la sociedad en este inicio del tercer milenio, para más de seis billones de hombres que viven en nuestro mundo de hoy lleno de contrastes”.
El Card. Popupard ha subrayado después lo vasto y complejo que es el campo de la cultura y como hay miles de definiciones de la cultura ya que es un concepto que “hace referencia a una fenómeno complejo que no se deja encerrar en las categorías de un diccionario”. Se refiere a una serie de elementos que caracterizan a un pueblo y definen su identidad: la lengua, los usos y costumbres, el grado de instrucción, el comportamiento, y también el patrimonio heredado a lo largo de los años, el arte, la arquitectura, la literatura… La grande visión del hombre que trajo Cristo y es propuesta por la iglesia, mete en crisis las culturas que se abren al Evangelio. Toda la historia de la Alianza muestra que Dios “habla a los hombres a través de las lenguas que ellos pueden comprender. A la vez la Iglesia para hacer que se oiga y entienda la buena nueva de Cristo, debe hacerse oír y entender, y por tanto, debe hablar las lenguas de los hombre para hacer comprenderles le lengua de Dios”.
Para evangelizar las culturas se deben identificar y discernir los grandes desafíos que se plantean al evangelizador en este inicio del tercer milenio. Entre estos, el Presidente del Consejo Pontifico de la Cultura y del Consejo Pontificio para el Dialogo Interreligioso ha citado la globalización, que presenta aspectos ciertamente positivos pero también negativos contra los que debe luchar la evangelización de las culturas (“el hombre ya no es considerado como el objetivo de la economía y de las finanzas, de los progresos de la ciencia y de la técnica, de la educación y de al política…) Este fenómeno plantea el problema de la identidad de los pueblos y de sus legitimas diversidades culturales y puede llevar a rechazar a la Iglesia como expresión de una cultura extraña, y esto sin duda, es otro desafío de la evangelización. Se añade a este el desafío d del pluralismo cultural que acompaña el vasto fenómeno de la urbanización de la que surgen nuevas formas de cultura.
Otro desafío viene de la confrontación con el Islam. Este “lleva a los cristianos a una renovada conciencia de la alegría de ser cristianos, adoradores del único Dios que no es un punto solitario, sino fuente de la que mana eterna e infinitamente el amor trinitario del Padre, del Hijo y del Espíritu…. El dialogo con el Islam nos debe ayudar a tomar mayor conciencia de la belleza de nuestra fe cristiana fundada en la encarnación de un Dios que se ha hecho hombre para que el hombre se haga Dios”.
El Card. Popupard concluyó con estas palabras: “La inculturación es el corazón de la misión. El Evangelio es creador de cultura, Y una fe que se hace cultura es una fe que se hace Iglesia en la alegría nueva de la Navidad, la luz redentora de la Pascua y el fuego creador de Pentecostés”. (SL) (Agencia Fides 14/9/2006 Líneas: 51 Palabras: 762)


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