VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Baviera - "Quién cree nunca está solo. Dios viene a nuestro encuentro. ¡Poniéndonos también nosotros en camino hacia Dios, nos acercamos unos a otros! ¡No abandonemos en cuanto esté de nuestra parte, a ninguno de los hijos de Dios!”

miércoles, 13 septiembre 2006

Regensburg (Agencia Fides) - Continuando su viaje apostólico en Baviera, la tarde del lunes 11 de septiembre el Santo Padre Benedicto XVI después de una breve visita a la iglesia de S.Oswald en Marktl am Inn dónde fue bautizado, se ha acercado hasta Regensburg. A las 10 del martes por la mañana, 12 de septiembre, el Papa ha presidido la Concelebración Eucarística en la explanada del Islinger Feld di Regensburg. Al inicio de la homilía el Santo Padre ha vuelto a recordar el lema de su visita pastoral - “Quién cree nunca está solo” - expresando su alegría porque "la fe nos reúne y nos dona una fiesta. Nos dona el gozo en Dios, el gozo por la creación y por estar juntos”. Después ha agradecido a las muchas personas que han trabajado por esta fiesta: “No podía cuánto trabajo, hasta los mínimos detalles, ha sido necesario para que podamos reunirnos. Por todo ello sólo puedo decir: «¡Gracias de corazón!». Que el Señor os lo recompense y que el gozo que ahora podemos experimentar gracias a vuestra preparación, sea devuelto multiplicado por cien a cada uno de vosotros”.
El Santo Padre se ha centrado después en la pregunta “¿qué significa creer?” Uno se puede desanimar y creer demasiado complicado dar respuesta a esta pregunta. En efecto "a visión de la fe comprende cielo y tierra; el pasado, el presente, el futuro, la eternidad, y por ello no es agotable jamás. Ahora bien, en su núcleo es mucho más sencilla. El Señor habla sobre ello con el Padre diciendo: «has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Cf. Mateo 11, 25). La Iglesia, por su parte, nos ofrece una pequeña «Suma», en la cual se expresa todo lo esencial: es el así llamado «Credo de los Apóstoles»”. Tal profesión de fe, compuesta por tres partes principales, no es otro que una amplificación de la fórmula bautismal entregada por el Señor resucitado a los discípulos, válida para todos los tiempos.
"En esta visión - ha continuado el Papa - se demuestran dos cosas: la fe es sencilla. Creemos en Dios… en Dios, principio y fin de la vida humana. Así, la fe, contemporáneamente, es al mismo tiempo esperanza, es la certeza de que tenemos un futuro y de que no caeremos en el vacío. Y la fe es amor, porque el amor de Dios quiere ‘contagiarnos’.... Como segundo punto podemos constatar: el Credo no es un conjunto de sentencias, no es una teoría. Está, justamente, anclado en el acontecimiento del Bautismo… Jesucristo, por decirlo así, nos adopta como a sus hermanos y hermanas, acogiéndonos como hijos en la familia de Dios mismo. De este modo hace por lo tanto de todos nosotros una gran familia en la comunidad universal de la Iglesia. Sí, quien cree nunca está solo”.
A continuación el Santo Padre ha planteado un nuevo interrogante: ¿es todavía hoy posible creer? ¿Es algo razonable? Desde la Ilustración, al menos una parte de la ciencia se ha dedicado a buscar una explicación al mundo en la que Dios sería innecesario. "Pero cada vez que parecía que este intento había logrado éxito inevitablemente surgía lo evidente: las cuentas no cuadran. Las cuentas sobre el hombre, sin Dios, no cuadran, y las cuentas sobre el mundo, sobre todo el universo, sin Él, no cuadran. A final de cuentas se presentan dos alternativas: ¿Qué existió primero? ... Nosotros creemos que en el origen está el Verbo eterno, la Razón y no la Irracionalidad. Con esta fe no tenemos necesidad de escondernos, no tenemos que tener miedo de encontrarnos con ella en un callejón sin salida”.
Nosotros creemos "ese Dios que es Espíritu Creador, Razón creadora, del que proviene todo y del que provenimos también nosotros… Dios no nos deja ir a tientas en la oscuridad. Se ha mostrado como hombre. Él es tan grande que se puede permitir hacerse pequeñísimo..... nos ama hasta el punto de dejarse clavar por nosotros en la Cruz". Después el Papa Benedicto XVI ha subrayado: "Hoy, que hemos aprendido a reconocer las patologías y las enfermedades mortales de la religión y de la razón, y la manera en que la imagen de Dios puede ser destruida a causa del odio y el fanatismo, es importante decir con claridad en qué Dios creemos y profesar confiadamente que este Dios tiene un rostro humano”.
Continuando su homilía, el Papa ha recordado que la segunda parte del Credo concluye con la perspectiva del Juicio final y la tercera con la de la resurrección de los muertos. Pero el Juicio del mundo no debe engendrarnos en nosotros miedo, ya que "la fe no está para dar miedo sino que nos llama a la responsabilidad. No debemos desperdiciar nuestra vida, ni abusar de ella; tampoco debemos guardarla para nosotros mismos; frente a la injusticia no debemos permanecer indiferentes, haciéndonos colaboradores silenciosos o incluso cómplices. Debemos percibir nuestra misión en la historia y buscar corresponder."
Por último, el Santo Padre ha recordado la solemnidad de la fiesta del "Nombre de Maria", expresando a cuantos llevan a este nombre como su madre y su hermana, sus felicitación: ¡Acojamos también nosotros a Maria como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios! Sí, quién cree no está nunca solo. Amén"! (S.L) (Agencia Fides 13/9/2006 - Líneas: Palabras:


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