AMÉRICA/CANADÁ - Son 2,3 millones los niños infectados de HIV en todo el mundo. Presentados en Toronto los nuevos datos que demuestran cómo funcionan en los países pobres los tratamientos pediátricos

lunes, 4 septiembre 2006

Toronto (Agencia Fides) - Dos nuevos estudios presentados por Médicos Sin Fronteras (MSF) en la 16a Conferencia Internacional realizada recientemente en Toronto, demuestran buenos resultados obtenidos en el tratamiento antiretroviral (ARV) para los niños afectados por HIV/SIDA en los países pobres.
En todo el mundo se estima que son 2,3 millones los niños contagiados con HIV, la gran mayoría de ellos se encuentra en África subsahariana. Nueve niños de cada diez neoinfectados contraen el virus de la madre, esto ocurre porque los esfuerzos de prevenir esta transmisión son todavía insuficientes.
Son todavía muy pocos los niños en tratamiento ARV: apenas el 5% de los 660 mil que tienen necesidad urgente. Además faltan tests apropiados para la diagnosis de neonatos y son muy pocos los instrumentos adecuados al tratamiento de los niños.
MSF presentó datos clínicos obtenidos tratando niños en los países pobres. Los datos recogidos de 13.754 pacientes por debajo de los 13 años, tratados por MSF en sus programas en 14 países, demuestran que los niños pueden ser curados con éxito: el 80% de ellos estaba en vida y continuaba la terapia después de 24 meses de tratamiento, con pocos efectos colaterales. En ausencia de formulaciones pediátricas adecuadas, la mayor parte de los niños han sido curados con pastillas para adultos despedazadas. Sin el tratamiento, la mitad de los niños que contraen el virus del HIV de la madre mueren antes de cumplir los dos años de edad.
Diagnosticar el virus y la terapia adecuada son todavía los desafíos principales. La diagnosis es difícil en contextos pobres porque el test para el control de anticuerpos usados en los adultos no es preciso en este rango de edad. El tratamiento es difícil porque hay pocas dosis pediátricas apropiadas de ARV, obligando a los operadores sanitarios de cortar las pastillas para adultos que no están configuradas para una asunción parcial. Para los niños que pesan menos de 4 kilos también esta estrategia es imposible porque la única opción son jarabes difíciles de medir, amargos, que deben ser frecuentemente conservados en el refrigerador y extremadamente caros. La mayor parte de los niños infectados vive en países pobres. (AP) (4/9/2006 Agencia Fides)


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