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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Durante estos difíciles días, especialmente para el Líbano, deseo unir mi voz a la de aquellos que han pedido un cese inmediato de las hostilidades. Además las Instituciones humanitarias deberían tener acceso a la población civil sufriente y fugitiva. Los centenares de miles de refugiados tienen necesidad de una atención solícita. Deben abrirse corredores humanitarios para que pueda prestárseles una concreta y eficaz asistencia.
Como Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, deseo atraer de manera particular la atención sobre el hecho de que miles de trabajadores emigrantes han quedado atrapados por el conflicto, con especial preocupación por los que provienen de países de Asia y África y están más abandonados. Que las instancias internacionales puedan acudir en su ayuda y evacuarlos hacia lugares más seguros y/o asistirles para que puedan regresar con seguridad a sus casas.
Además cerca de 22.000 personas (sudanesas e iraquíes), que habían recibido asilo en el Líbano, están afrontando con particular dificultad las consecuencias de las hostilidades. Sería de gran ayuda para todos ellos si se les facilitaran procedimientos de ingreso en Siria y si el Gobierno sirio les permitiera (a libaneses, emigrantes y refugiados reconocidos) entrar temporalmente en el país, garantizándoles protección durante este tiempo de violencia.
Deseamos que el encuentro que hoy se desarrolla en Roma se afronten los varios aspectos de la crisis medio-oriental, de manera que se llegue al fin de las violencias, a una adecuada ayuda a la población civil y al inicio de soluciones globales, a largo término, por la paz y la seguridad de toda la región. + Agostino Marchetto. (Agencia Fides 26/7/2006 Líneas: 25 Palabras: 304)
