AMERICA/PERU - Llamamiento del Presidente de la Conferencia Episcopal al nuevo presidente del país a realizar “corrupción, la impunidad, los intereses particulares y los objetivos partidarios, dejen paso al único objetivo que puede existir en un buen Gobierno: El bien común”

martes, 25 julio 2006

Lima (Agencia Fides) - “En sus manos está el futuro de millones de peruanos que los han elegido para guiar el rumbo de nuestro país en los próximos cinco años. Esperamos de ustedes su mejor esfuerzo y su mejor gestión; ya que no sólo se trata de estar arriba en el poder, sino de estar a la altura de las circunstancias y de las necesidades de nuestro pueblo. ¡El Perú tiene ahora un Nuevo Gobierno, y una nueva oportunidad para todos los peruanos!”: es el augurio lanzado por Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, en un mensaje enviado con motivo del 185º aniversario de la independencia del Perú. Este año esta celebración adquiere una connotación especial ya que “marca el inicio de un nuevo Gobierno y de un nuevo Congreso de la República”, transmitiendo su felicitación al nuevo Presidente.
El Presidente de la Conferencia Episcopal recuerda que en Perú hay grandes necesidades y por tanto, grandes expectativas respecto al nuevo gobierno, pero a la vez hay cierta incredulidad y desconfianza hacia la clase política. Por ello, recuerda al Gobierno entrante, que debe realizar “desde el primer día de sus funciones, una gestión ejemplar, en donde la corrupción, la impunidad, los intereses particulares y los objetivos partidarios, dejen paso al único objetivo que puede existir en un buen Gobierno: El bien común”. Les pide además que no realicen más ensayos ni experimentos temerarios, ante bien que se centren en “poner las bases sólidas a un desarrollo integral sostenido y sostenible, y para afianzar nuestras instituciones democráticas” para resolver los numerosos problemas que afectan a un país en el que “la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza, en donde las tres cuartas partes de los jóvenes quieren salir del país, en donde muchos profesionales calificados no encuentran trabajo, y en donde la inseguridad ciudadana avanza incontrolablemente”. Y les recuerda que en la solución de cualquiera de los problemas no pueden olvidar dos principios fundamentales como “la defensa irrestricta de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, y de los Derechos Humanos, y en cuanto a la consolidación del sistema democrático, la paz y la convivencia solidaria”. (RG) (Agencia Fides 25/7/2006 Líneas: 29 palabras: 408)


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