OCEANÍA/ISLAS SALOMÓN - Reunión de la Juventud Vicenciana de las Salomón: “El servicio a los pobres nos conduce a Jesús”

miércoles, 19 julio 2006

Honiara (Agencia Fides) - Preservar a los jóvenes de la violencia y de la droga; educarlos en los valores humanos y cristianos: con esta finalidad trabajan en las Islas Salomón los religiosos Vicencianos que han organizado y dirigen diversos grupos de “Juventud Vicenciana”, que trata de poner en practica el carisma de los seguidores de San Vicente de Paúl. Recientemente la Juventud Vicenciana vivió en Tenaru su tercera convocación anual, a la que han participado más de quinientos jóvenes, reflexionando sobre el tema: “El servicio a los pobres nos conduce a Jesús”.
En tres días de oración, formación, reflexión, trabajo de grupo, se ha tratado de tomar conciencia de la difusión de la violencia, abuso de drogas y alcohol, criminalidad, tratando de reforzaren los jóvenes los vínculos familiares entre padres e hijos, para crear familias fuertes, sanas, abiertas a la vida. La reunión se ha articulado entre momentos de catequesis, reflexión en grupos, celebraciones litúrgicas, juegos…
El 50% de la población de las Islas Salomón (450.000 habitantes) es menor de dieciocho años. Hay muchos jóvenes desocupados, aunque existe la posibilidad de trabajar en el sector de la producción alimentaria, de la pesca de la agricultura. En las aldeas, a pesar de los cinco años de guerra civil, no se ha dado la penuria alimenticia y las tradiciones locales han garantizado también la seguridad para mujeres y jóvenes. Por lo tanto, los jóvenes no han sufrido mucho por la guerra. Uno de los principales problemas es el de la instrucción, que tiene una tasa de difusión muy bajo: sólo el 20-25% de los jóvenes frecuenta la escuela y de los jóvenes que tienen una instrucción elemental sólo el 35% prosigue los estudios. Entre los jóvenes crece la insatisfacción: por eso el 90% fuma marihuana, que crece espontánea en las islas, si bien el fenómeno está más difundido en ciudades como Honiara más que en las aldeas. También el consumo de alcohol crece, suscitando la preocupación de sociólogos, educadores, autoridades civiles…
Como explican los Padres Vicencianos, en las Islas Salomón, recién salidos de una guerra civil que ha atravesado el país en los últimos años, el sector de la instrucción y de la educación de los jóvenes es importante para construir un futuro de bienestar en la nación y necesita de la contribución de todos: del estado pero también de entes privados y de las comunidades religiosas que, como la católica, apoyan en la actualidad la formación de los jóvenes y al crecimiento cultural de la población.
“La experiencia de la Juventud Vicenciana es útil para acercar a los jóvenes a Dios y más cerca los unos de los otros”, explicaron los organizadores. Además constituye una forja de vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, para chicos y chicas”. (PA) (Agencia Fides 19/7/2006 Líneas: 35 Palabras: 483)


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